El Mesías, la obra que convirtió a Händel en una superestrella
En el Dublin Journal publicado el 17 de abril de 1742 aparece una crítica sobre el oratorio que Georg Friedrich Händel había presentado por primera vez en el recién construido Musick Hall de es...
En el Dublin Journal publicado el 17 de abril de 1742 aparece una crítica sobre el oratorio que Georg Friedrich Händel había presentado por primera vez en el recién construido Musick Hall de esa ciudad irlandesa. Habla de un éxito rotundo y describe que El Mesías fue calificado por los más grandes jueces de ese momento como “la mejor composición de música que jamás se haya escuchado”. A partir de allí, empezó a representarse ganando cada vez más popularidad hasta convertirse en la obra universal hoy reconocida por todos. Nuevas versiones escritas por el propio compositor fueron apareciendo también, hasta una reorquestada por Mozart, pero será esta, la “original” la que estará interpretando la Gaechinger Cantorey, ensamble formado por el Coro y Orquesta de la Academia Internacional Bach de Stuttgart, en el Teatro Colón para la función (del lunes 4 de noviembre) con la cual el Mozarteum Argentino dará por concluida la presente temporada.
Al frente de esta institución germana, especializada en el estudio e interpretación de las obras de Bach y sus contemporáneos, está desde 2013 Hans-Christoph Rademann, quien asumió el puesto de su fundador, Helmut Rilling. En la que constituye su tercera visita a Buenos Aires, luego de sus presentaciones en 2015 y 2018, regresan con el monumental oratorio. “Aunque parezca paradójico, es su misma popularidad la que hace muy difícil el trabajo con El Mesías. ¿Cómo presentar algo interesante sobre esta pieza que tantas veces se ha hecho? Allí está el gran reto y por eso nosotros tomamos la decisión de trabajar con la versión original, en la cual están prácticamente todas las piezas más conocidas. Es la que hemos estudiado en profundidad y con la cual hicimos una maravillosa grabación en 2019, en la Iglesia de Santa Margarita, en la ciudad alemana de Gotha, para el sello Accentus,” explica el director.
A diferencia con otros oratorios, en los cuales hay un desarrollo dramático y en donde los solistas representan cada uno a un personaje determinado, el texto de El Mesías, escrito por Charles Jennens, es una compilación de versos bíblicos agrupados en tres partes: la anunciación y el nacimiento de Cristo; la pasión y resurrección y por último la redención de la humanidad a través de la vida eterna. En esta representación, como solistas vocales y junto al coro de la Academia Internacional Bach de Stuttgart, están la soprano Verónica Cangemi, la mezzosoprano Marie Henriette Reinhold, el tenor Benedikt Kristjánsson y el bajo Tobias Berndt. Según Rademann, no es fácil poder describir con exactitud el rol que desempeñan cada uno. “En principio, el coro hace las veces de narrador, es muy expresivo y transmite empatía por los sentimientos reflejados en la obra. El bajo tiene la función de ser el profeta, el tenor tiene la carga de mayor contenido dramático, la alto (en este caso interpretado por la mezzosoprano) cumple una función similar a la que suele tener en las composiciones de Bach, que es la de un alma que cree en la palabra de Dios, y la soprano es quien habla de los ángeles y que todo sucederá como debe de suceder”.
El director afirma estar en una continua búsqueda de lo que significa la música en conexión con la palabra y, de acuerdo con esto, sugiere a qué ponerle especial atención para verdaderamente comprender este oratorio. “Por ejemplo, la obertura comienza con el anuncio de que algo dramático va a pasar, pero luego en la parte de la fuga que comienza arriba y luego baja un poco para después volver a subir, yo la interpreto como una simbología de la vida propia del Mesías: el viene del cielo para ser crucificado y luego resucitar. También hay que estar atentos al movimiento N° 11 “For unto us a child is born” en el que se describe que ha llegado el Mesías con el nacimiento de un niño y luego en el N° 17 en el aria que habla del pastor que alimenta a su rebaño, pienso que es como una especie de resumen acerca de la humanidad, en donde el peso de los pecados se resuelve gracias a la intervención divina”.
El famoso “Aleluya”, quizás la pieza coral más escuchada de la historia, la que hizo que en su estreno en Londres el propio Rey Jorge se parara entusiasmado a aplaudirla (costumbre que los ingleses siguen manteniendo hasta la fecha) es para Rademann algo maravilloso. “Pero personalmente encuentro más emocionante la parte que va desde el canto “He was despised” (fue despreciado) hasta “All we like sheep” (todos como ovejas). Allí siento que se puede experimentar todo el desarrollo dramático de este oratorio. Está muy bien caracterizado por el lenguaje, las voces al principio van por su lado, pero luego se juntan todas en la misma dirección”.
Para algunos, este oratorio está asociado con la Pascua, como podría ser el caso de The Royal Choral Society, agrupación que viene interpretándolo cada Viernes Santo en el Royal Albert Hall de Londres de manera ininterrumpida desde 1876, exceptuando solo los años del Blitz 1940-41 y la pandemia 2020-21. Para otros, la época ideal para escucharlo es la Navidad, por lo que es muy común encontrarlo dentro de la programación de fin de año en los principales teatros del mundo. “Cualquier momento del año es bueno para escucharlo, pero siento que, en la segunda parte del año, más hacia la Navidad adquiere mayor significado,” explica Rademann.
Algo de historiaAl momento de estrenar El Mesías en Dublín, Händel se encontraba atravesando una situación difícil. Venía con muchos problemas con sus óperas, por lo que la explosión de popularidad que tuvo con este oratorio hace que muchos historiadores afirmen que esta obra de alguna manera representó una salvación para el compositor. Según Rademann la base para este éxito se explica en el dominio que el compositor tenía de la ópera. “Gracias a su experiencia componiendo óperas tenía la cualidad de poder manipular, en el buen sentido de la palabra, las emociones del público. Esto lo ayudó a crear el oratorio de una forma operística. Nos damos cuenta analizando la ubicación a lo largo de la obra de los momentos álgidos. Si nos fijamos, el “Aleluya” no está al final de la obra, después de esto nos encontramos arias como la del bajo con la trompeta. Esto lo hace algo gigantesco. El Mesías le otorgó la calificación de superestrella por parte del público”.
Ya han pasado más de diez años desde que Rademann fuera nombrado director de la Academia Internacional Bach de Stuttgart, unos años en los que el trabajo de grabaciones, así como de representaciones en vivo ha sido intenso. Justo recién concluyeron un proyecto llamado Bach Vision, que consiste en la grabación integral del primer año de cantatas de Bach en Leipzig, donde las presentan de manera cronológica, tal cual fueron compuestas. “Este proyecto le dio una gran solidez al ensamble y sé que esto se reflejará en el futuro. Pero si tengo que decir cuál ha sido mi mayor logro, ese es el de haber logrado reunir este grupo fantástico de la Gaechinger Cantorey. Hubo una gran transformación del ensamble para poder convertir su práctica musical en una históricamente informada. Sin dudarlo, puedo decir que esta reúne a muchos de los grandes músicos de Europa que representan este grupo”, afirma.
La Academia Internacional Bach, de Stuttgart, tiene entre sus objetivos principales involucrarse en la educación y a través de esto buscan, según explica su director, estar a la cabeza en proyectos educativos en Europa. “Tenemos dos proyectos muy importantes. En uno, llamado Project Singing, modificamos el texto de obras conocidas y la adaptamos a fin de que los niños puedan cantarla y comprenderla. En otro, llamado Bach, se mueve los niños bailan combinando la música y la danza. Tenemos además el Festival Bach de Stuttgart que este año tiene como motivo a Latinoamérica, será un campus intensivo en el que vendrán músicos de todos estos países para formarse con profesores de voz y de instrumentos. Al final se hace un gran concierto entre ellos y la Cantorey. Me gusta tender puentes entre generaciones, porque al final la búsqueda es seguir manteniendo viva esta música maravillosa”, dice Rademann.
Para agendarEl Mesías, de Händel, por la Academia Internacional Bach de Stuttgart, con el director Hans-Christoph Rademann. Teatro Colón (Libertad 621). Función: lunes 4 de noviembre, a las 20. Entradas: www.mozarteumargentino.org