Mi vida anterior: madre e hijo revisan un pasado que aún duele
Dramaturgia: Teresa Donato y Dennis Smith (basada en el libro Desaparecida dos veces, de Teresa Donato). Dirección: Dennis Smith. Intérprete: Dennis Smith. Vestuario: Pablo Ramírez. Iluminación...
Dramaturgia: Teresa Donato y Dennis Smith (basada en el libro Desaparecida dos veces, de Teresa Donato). Dirección: Dennis Smith. Intérprete: Dennis Smith. Vestuario: Pablo Ramírez. Iluminación: Rodrigo González Alvarado. Coordinación escénica: Tomás Savino. Dirección musical: Fernando Losada. Producción artística: Leandro Rosenbaum. Sala: Cultural San Martín (Sarmiento 1551). Funciones: martes de noviembre, a las 20, y miércoles 4 y 11 de diciembre, a las 20. Duración: 60 minutos. Nuestra opinión: muy buena.
¿Por qué, en los relatos sobre la represión, mientras los desaparecidos son considerados mártires y héroes, los sobrevivientes son estigmatizados como traidores? La pregunta pertenece a la investigadora Ana Longoni que buscó la respuesta en su libro Traiciones, la figura del traidor en los relatos acerca de los sobrevivientes de la represión (Norma, 2007). A esa cuestión incómoda, de la que poco se habla, pone luz Mi vida anterior, obra estrenada durante el FIBA y que continúa en el Cultural San Martín. Y “pone luz” desde un lugar muy humano, el de una experiencia personal, real, que acerca al público la compleja tarea de calzarse esos zapatos repletos de espinas.
En 1975, Mariana tiene 24 años, es oficial montonera y madre de un bebé, Francisco. Pasa a la clandestinidad después que la pareja y padre de su hijo muere en un enfrentamiento. A partir de entonces, con el apoyo de su mamá al cuidado del nieto, vive como puede hasta que finalmente es secuestrada. Pero antes, logra avisar por teléfono a sus compañeros para darles tiempo a escapar. Durante el encierro, Beto, un militar, la toma de amante y posibilita que ella y Francisco se exilien en San Pablo, Brasil, donde todavía vive por temor a la reacción de sus excompañeros, que la señalan como traidora y -machismo ostensible- “put...”.
Con nombres de ficción, Mi vida anterior está basada en una historia real contada en el libro Desaparecida dos veces, de Teresa Donato, que el año próximo publicará Seix Barral. La obra fue escrita en conjunto entre Donato (periodista, guionista y autora de Aquellas mujeres, donde revisita la novela Mujercitas, de Louisa May Alcott ) y Dennis Smith (parte también de James Brown usaba ruleros, de Yasmina Reza y dirección de Alfredo Arias, en el teatro Sarmiento). Durante el proceso creativo de la obra, Donato escribía el libro y compartía sus entrevistas con su socio en este proyecto.
El compromiso de Smith es total. No solo es coautor de la obra sino que la dirige y es el único en escena. Interpreta a Francisco, el hijo adulto a quien su madre, después de mucho tiempo, le cuenta su travesía; y a Mariana, la madre y protagonista del libro, desde sus elecciones de juventud hasta la actualidad en la que de cara al público pregunta quién tiene derecho a juzgarla después de lo sufrido.
La manera que encuentra el director para contar este relato abigarrado en idas y venidas, fiel a los hechos pero sin los nombres auténticos, es un entramado de ambas voces -Mariana y Francisco- en un espacio como set de grabación. Desde una silla a espaldas del público y frente a la cámara, un Francisco serio habla y se proyecta en una enorme pantalla. Altera la postura, muda algo del vestuario (de Pablo Ramírez, neto y sobrio, no genera ninguna distracción), se cambia el foco y tipo de iluminación (recurso muy bien aprovechado, diseño de Rodrigo González Alvarado) y es Mariana, vital, arrojada, segura en sus decisiones y sin lugar para la culpa ni la hipocresía: aunque sabe que podría considerarse polémico, no duda en llevar un arma adentro del pañal de su hijo.
Delante de la pantalla hay un larga mesa con distintas funciones; por ejemplo, la base de un muñequito Playmobil del Che Guevara que toma la cámara, o la camilla o catre donde se tortura, el momento de mayor tensión emocional del espectáculo.
Además de actor, director, dramaturgo, Smith es un gran cantante, calidad que no es desaprovechada y se integra a esta biopic teatral musical. No sabemos si por elección artística o por gusto de la protagonista real, canta muy variadas canciones como “Fuerza extraña”, de Gal Costa; “Rumore”, de Raffaella Carrá; “Balada para mi muerte” y “Preludio para el año 3001″, de Astor Piazzolla; “Te extraño”, de Luis Miguel; “Pajarito Colibrí” y “Tú si sabes quererme”, de Natalia Lafourcade; y, al final, la infaltable “Como la cigarra”, de María Elena Walsh.
Aunque no sea una referencia buscada es inevitable relacionar el título de esta obra con el de otra anterior, de 2009, Mi vida después, de Lola Arias, donde son los hijos nacidos en los años 70 quienes intentan reconstruir la juventud de sus progenitores. Ahora, en Mi vida anterior, es una madre quien explica al hijo acerca de su pasado, en un acción valerosa que reactiva una discusión pendiente y necesaria.