El juez federal Julián Ecolini rechazó esta mañana el pedido de Alberto Fernández para que el caso en su contra por presuntos golpes y otros maltratos a su expareja Fabiola Yañez pase a los tribunales de San Isidro.

En sintonía con lo que había dictaminado el fiscal Ramiro González, Ercolini decidió que se quedará con la causa en los tribunales de Comodoro Py.

El argumento de la defensa para enviar el caso a San Isidro era que los presuntos hechos que se investigan en este expediente habrían sucedido en la quinta de Olivos. Según el juez, sería “prematuro” disponer ahora un cambio de jurisdicción, informaron a LA NACION fuentes judiciales.

La decisión de Ercolini coincide con lo que había pedido en su dictamen el fiscal, que argumentó que hubo supuestos hechos previos a la presidencia de Fernández que no habrían tenido lugar en Olivos sino en la ciudad de Buenos Aires (como los maltratos asociados al aborto que Yañez dijo que se hizo a instancias de Fernández en 2016).

Se trata de un nuevo revés para Fernández en la causa, acrecentado por el hecho de que el expresidente recusó sin éxito a Ercolini en el inicio de la investigación. Dijo que tenía un temor fundado de que el juez actuara con enemistad manifiesta contra él porque habían tenido una relación cercana y después Fernández pidió el juicio político del magistrado. Pero Ercolini se negó a dejar la causa y la Cámara Federal lo respaldó.

El fiscal afirmó que “desde una fecha incierta, pero desde cuando Fabiola Yañez comenzó un vínculo de noviazgo con Alberto Fernández, hasta la actualidad”, la ex primera dama “sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar”. Y dijo que esa situación asentada en una “relación asimétrica y desigual de poder” se incrementó “exponencialmente por la elección de Fernández como Presidente de la Nación y el ejercicio del cargo”.

Alegó además que cuando fue el aborto al que aludió Yañez, Fernández no era presidente y vivía en Puerto Madero. Luego, el fiscal enumeró otros episodios, esta vez sí ataques, golpes, moretones y patadas, desde el 12 de agosto de 2021, cuando ya Fernández y Yañez ocupaban la quinta de Olivos.

Estos episodios se extendieron, dijo, hasta 2023, cuando “con habitualidad” Alberto Fernández golpeaba con la mano abierta a Yañez, dejándole la mejilla “hirviendo”, lo que provocaba que ella se fuera angustiada a la casa de huéspedes de Olivos”. Así, en ese año se mudó a la casa de huéspedes de la residencia y la dejó una semana antes de que Fernández dejara el poder. Los episodios se sucedieron hasta comienzos de este mes, pero en forma de amenazas, incluido un mensaje donde le señalaban que Fernández había muerto.

González dijo en su dictamen que enviar el caso a San Isidro implicaría que “de un modo apresurado y prematuro”, se asignen nuevos jueces al caso. Afirmó que eso podría perjudicar la investigación e incrementar los riesgos de revictimización de Yañez. Hoy, Ercolini coincidió con la fiscalía.