Una mujer argentina quedó detenida en Salta cuando funcionarios de la Aduana hallaron cocaína oculta en dos electrodomésticos que llevaba entre sus pertenencias. La acusada viajaba en un ómnibus que provenía del norte del país, tras haber efectuado un tour de compras cuyo destino final era Mendoza.

Cuando el colectivo aún se hallaba en suelo salteño, agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP realizaron un control de la carga en la bodega dentro de la unidad.

En la bodega del colectivo había cajas, que según la mujer, tenían un parlante inalámbrico y una estufa eléctrica. Pero algo suscitó sospechas en los empleados de la administración pública y decidieron revisar los bultos utilizando a un perro entrenado para identificar drogas que rápidamente dio señales, mediante su comportamiento -acostarse en el suelo-, de la presencia de cocaína.

Los agentes luego procedieron a pasar las cajas por un escáner. Al momento de exponerlos a la máquina de rayos x, llamó la atención a los agentes unas figuras rectangulares que aparecían adentro de los electrodomésticos y que asemejaban los característicos “ladrillos”, el formato comúnmente utilizados para empaquetar estupefacientes. A eso se sumaba que cada bulto tenía una densidad que se asemejaba a la sustancia ilegal.

Ante la sumatoria de indicios, luego de solicitar a la justicia su aval, los empleados procedieron a hacer una revisión exhaustiva de la encomienda y desarmar el parlante y la estufa.

Cuando los agentes abrieron los dispositivos, confirmaron la hipótesis inicial. Estaban los paquetes envueltos en plástico negro escondidos allí y tras hacerle la prueba narco test, dio positivo de cocaína.

Posteriormente, los “ladrillos” fueron pesados. La balanza marcó un peso acumulado de 6,548 kilos de cocaína que los expertos valuaron en $ 82.8 millones de pesos. El Juzgado Federal de Garantías de Salta y la Fiscalía Federal de Delitos Complejos procedieron a ordenar la detención de la mujer.