Cuáles son los quesos que podés incorporar a tu dieta si querés bajar de peso
En la mesa de desayuno hay muy a menudo una taza de té o café, fruta, y pan con fetas de queso. Estas opciones, aparentemente, no presentan grandes riesgos para la salud, pero ...
En la mesa de desayuno hay muy a menudo una taza de té o café, fruta, y pan con fetas de queso. Estas opciones, aparentemente, no presentan grandes riesgos para la salud, pero los alimentos procesados como el queso pueden aumentar los niveles de grasa, de sodio y elevar las posibilidades de obesidad y de enfermedades cardíacas.
Los quesos son importantes por ser ricos en vitamina A, proteínas y calcio, pero debido a la fabricación y almacenamiento, la adición de sal y otros ingredientes nocivos terminan creando y potenciando problemas de salud.
A pesar de mantener la mayoría de los nutrientes de la leche, los quesos se clasifican como procesados debido a la adición de sal y de microorganismos de fermentación, que empobrecen la composición nutricional y pueden estar asociados a enfermedades cardíacas, obesidad y otras enfermedades crónicas.
Camila Kümmel, profesora de Nutrición, destaca que el problema es con respecto al consumo de quesos es el exceso. Los quesos son fuente de grasa, principalmente animal. Esta es conocida como saturada y, en exceso, no es buena para la salud. La gran cuestión es saber cuál es nuestro objetivo con el consumo de queso, porque la grasa no es una villana, la necesitamos para el funcionamiento del cuerpo, pero el exceso es un gran problema, especialmente porque el queso también tiene bastante sodio.
Según la especialista, es importante evitar aquellos que son ultraprocesados, como el queso crema, el requesón y aquellos vendidos en cuadraditos o triangulitos. “Estos quesos son más complicados, porque son alimentos ultraprocesados, es decir, contienen muchos conservantes, colorantes y saborizantes. Los quesos que pasan por procesos más naturales de maduración y fermentación son más saludables”.
En la rutina, es común la ingesta de diferentes tipos de queso, como el colonia, mozzarella, dambo o parmesano. Sin embargo, hay recomendaciones sobre cuáles son más saludables e ideales para la alimentación diaria.
Kümmel complementa afirmando que los quesos son necesarios para la dieta, principalmente porque son excelentes fuentes proteicas y ayudan en el mantenimiento de la inmunidad y de la masa muscular, lo que contribuye a la longevidad, además de tener alta densidad de calcio.
La nutricionista Priscilla Primi sugiere privilegiar los quesos frescos, aquellos con gran cantidad de agua y poca concentración de grasa, como el queso cottage y ricota. “Los quesos frescos son los más recomendados para el desayuno, la merienda, ensaladas, porque tienen menor densidad calórica que los amarillos, más grasosos, como el parmesano o provolone, que generalmente se almacenan fuera del refrigerador”, explica.
La importancia de leer la etiquetaPara aquellos que necesitan perder peso es fundamental la lectura de las etiquetas, porque los quesos que más ayudan en la pérdida de peso son aquellos con bajo índice de calorías por porción. Como ejemplo, Kümmel sugiere el consumo de ricota.
“Leer la etiqueta es muy importante, porque es ahí donde conoceremos las certificaciones de seguridad microbiológica y la tabla nutricional, que nos dirán si el queso que estamos comprando es queso de verdad. A partir de la tabla, podemos comparar los quesos, saber cuál tiene menos grasa y sodio por porción”.
En un “ranking” de quesos ideales, Priscilla recomienda priorizar los frescos y, luego el dambo y mozzarella, quesos “intermedios” que tienen menos calorías y pueden ser aliados en la dieta, pero recuerda: el consumo no debe ser excesivo.
Además, la especialista refuerza que los quesos de moho blanco, como el brie, azul y gorgonzola, debido al fuerte sabor, no se consumen en grandes cantidades, lo que reduce la ingesta calórica y de sal.