La legislatura porteña autorizó hoy al gobierno de la ciudad a endeudarse por 75 millones de dólares. Con 42 votos afirmativos de los 52 totales, la administración de Jorge Macri consiguió así el permiso para financiar obras de infraestructura a cargo de la empresa Autopistas Urbanas SA(AUSA).

La mayor inversión se la llevaría el rediseño de la autopista Dellepiane en donde prometen continuar con el trazado de colectoras, la construcción de un puente y la incorporación de un carril exclusivo para transporte público. En tanto, se modificaron las otras obras que integrarían parte del plan.

De acuerdo al proyecto aprobado, también financiarán el puente bajo nivel Bosch que conecta la avenida Pedro de Mendoza con la calle Algarrobo, en Barracas, y los paso bajo nivel de las calles García Lorca, en Caballito; Irigoyen, en el límite de los barrios de Villa Luro y Vélez Sarsfield; y el peatonal sobre la avenida Del Fomentista en Villa Pueyrredón. Sumaron uno en las calles Marcos Sastre y Empedrado.

Durante la presentación en la Comisión de Presupuesto a principios de julio pasado, el ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartúa, informó que el plan será financiado con un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), el banco multilateral de desarrollo que apoya a los países de América Latina.

Casi todo el bloque de Unión por la Patria votó a favor. Solo se abstuvo Graciana Peñafort. “Nosotros estamos a favor del crédito y estamos a favor de la obra pública”, apuntó Claudia Neira, vicepresidenta del bloque. Las críticas de la oposición, de todos modos, se centraron en el manejo de los fondos y también en la planificación de las obras para el distrito porteño.

Gabriel Solano, del Partido Obrero-Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), que votó en contra, cuestionó: “Todos los que se planteó en la Argentina en los últimos años no se hizo. Y después termina esto en obras que no corresponde hacer y que termina perjudicando a los vecinos”.

“Existen otras alternativas. Es más, la construcción de esos pasos bajo nivel no contempla la inseguridad, pueden convertirse en verdaderas bocas de lobo. Muestra de improvisación y falta de visión a largo plazo”, dijo María del Pilar Ramírez, legisladora cercana a Karina Milei. “El bloque que yo presido no va a acompañar este proyecto”, cerró y expuso así de nuevo la división de La Libertad Avanza en la legislatura porteña. Junto a ella, votaron en contra Lucía Montenegro y Leonardo Saifert. Mientras que los otros seis diputados que acompañan a Ramiro Marra acompañaron el proyecto oficialista.

Se suman también a quienes votaron en contra el legislador Guillermo Suárez, de la Unión Cívica Radical; Marina Kienast, del Frente Liberal Republicano y Silvia Imas, de la coalición gobernante, Vamos por más.

Comparado con la presentación inicial del ministro, el proyecto final no incluyó el paso bajo nivel Ramallo/Correa, en Núñez, uno de los más cuestionados por los vecinos. En el recinto también estaban presentes con carteles residentes de Caballito que reclamaban por el paso bajo nivel de García Lorca. “Nos veremos en la Justicia”, dijo uno de ellos cuando terminó la votación afirmativa.

Tampoco estaban incluidos el Puente de la Innovación, para duplicar y complementar el actual Labruna, que atraviesa las avenidas Cantilo y Lugones y las vías del Belgrano Norte, y la pasarela peatonal García del Río que pretendía sobrevolar las vías del tren Mitre, ramal Tigre. Sin embargo, esas obras no están descartadas, según contestaron desde esa cartera a LA NACIÓN. El Puente de la Innovación ya se está licitando.

“La Legislatura aprobó un financiamiento muy conveniente para obras de infraestructura y la Ciudad va a sumar fondos propios y de AUSA para complementar la inversión en otros proyectos que han sido priorizados por Jorge Macri. Desde la Ciudad sostenemos que la inversión pública es fundamental para contribuir al desarrollo y el crecimiento del sector privado”, dijo Bereciartúa a LA NACIÓN.