El Concejo Asesor de Desequilibrio Racial (Racial Imbalance Advisory Council) publicó un reciente informe sobre educación, con datos alarmantes sobre la situación de los migrantes en EE.UU., sobre todo en el estado de Massachusetts.

El documento informa que más de 225.000 estudiantes asisten a escuelas segregadas con bajos índices de graduación y resultados deficientes en pruebas estandarizadas. De esos 225.000, el 90% son estudiantes latinos o afroamericanos en dicho estado.

Un dato importante a tener en cuenta es que la institución basa su ranking en una medición que establece que una escuela pública se designa como “racialmente equilibrada” cuando más del treinta por ciento, pero no más del cincuenta por ciento de los estudiantes no son blancos.

Uno de los primeros resultados que arrojó el estudio es que los latinos representan más de dos tercios (65%) de los estudiantes en escuelas no blancas intensamente segregadas, aquellas que producen en promedio los peores resultados para los estudiantes. Los estudiantes afrodescendientes representan el 25% de estas escuelas, mientras que los blancos (5%), los asiáticos (3%) y otros grupos (3%) aparecen en números menores.

El estudio hace hincapié en que si, como muestran los datos, estas escuelas están produciendo los peores resultados para sus estudiantes, son los niños latinos y afrodescendientes los que sufren abrumadoramente esas fallas sistémicas.

Otro de los resultados determina que las escuelas no blancas segregadas e intensamente segregadas se encuentran principalmente en ciudades grandes, típicamente en Boston y Gateway Cities, Springfield, Worcester, Lowell, Lawrence, Brockton y otras.

El abismo en la matriculación universitaria –que sigue siendo el predictor más poderoso de la movilidad económica y social– es igualmente desalentador, con una brecha de 33 puntos en la universidad entre escuelas segregadas y no segregadas. Una vez más, los estudiantes de escuelas racialmente diversas obtienen resultados más próximos a los de las escuelas más conservadoras, lo que sugiere que dichas escuelas pueden lograr resultados poderosos.

De esta forma, tasas de graduación son considerablemente más altas en los colegios donde el 93% de los estudiantes son blancos, en comparación con aquellas donde la mayoría son estudiantes radicalmente diversos, con un porcentaje de graduación del 72%.

La diferencia en las tasas de inscripción universitaria es realmente alarmante, con una brecha de 33 puntos entre las universidades donde son mayormente estadounidenses y blancos y las altamente segregadas, con mayor porcentaje de latinos. En escuelas con mayoría de alumnos blancos, el 71.3% se inscribe en la universidad y en las que los alumnos son mayormente personas de color o latinas, la tasa baja al 47.94%.

Por último, la otra dificultad que aparece es la de la disminución en la cantidad de estudiantes que se gradúan: el reporte de La Segregación Racial en las Escuelas de Massachusetts arroja que ha sido 20 puntos más bajos que la de estudiantes en escuelas no segregadas.