Este domingo, hubo un fructífero encuentro de intelectuales en Barrio Norte. El filósofo y ensayista Juan José Sebreli recibió en su departamento a su amiga, la escritora Alina Diaconú, y al escritor y director de cine Fabián Soberón, que trabaja en una película sobre uno de los personajes históricos más influyentes del siglo XIX en la Argentina: el escritor, político y jurista Juan Bautista Alberdi. Soberón, tucumano como el autor de Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, cuenta a LA NACION que Sebreli participará de la película. Las escenas con el autor de El asedio a la modernidad comenzarán a filmarse en los próximos días.

“Una tarde privilegiada -escribió Diaconú en su muro de Facebook-. Fabián Soberón (de paso por Buenos Aires) y yo, tomando el té con el maestro amigo, con el gran Sebreli. Encuentro de dos transgresores, hablando de controvertidos e interesantísimos personajes de la Historia Argentina y de los futuros proyectos cinematográficos de Fabián. Siempre la visión de Juan José es sagaz y reveladora”.

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Recientemente, Soberón estrenó el documental Soy Bernabé Aráoz. Un caudillo de Tucumán, que se podrá ver en la ciudad de Buenos Aires a partir del 5 de septiembre. “Le conté a Sebreli sobre la película, la relación de Aráoz con Manuel Belgrano, y que fue el primer gobernador de Tucumán y fundador de la República del Tucumán -dice Soberón-. Cuatro artistas crearon retratos de Bernabé porque este nunca había sido retratado en vida. Sebreli está muy interesado en verla y no le sorprendió escuchar lo que le conté sobre el racismo en Tucumán: uno de los artistas lo imaginó mulato y eso ha generado algunos enojos en los sectores más racistas de Tucumán y alrededores”.

“Cuando leí a Manuel Lizondo Borda, Paul Groussac y Jaimes Freyre, encontré la descripción de Bernabé como un hombre frío, racional y ahí tuve la certeza de que debía hacer una película sobre el ‘caudillo poco dado a la crueldad’, según la idea del general José María Paz -cuenta el director-. Pensé que un caudillo manso era un oxímoron. Según la mirada simplista de Sarmiento los caudillos son sujetos aguerridos, salvajes, feroces. Un caudillo manso es una especie de paradoja. El documental sobre Aráoz trabaja con varios recursos: las entrevistas a los especialistas, la figura del historiador Facundo Nanni que ordena sus hipótesis para develar el enigma Bernabé Aráoz y las escenas de los artistas que pintan las imágenes del caudillo”.

Del documental sobre Aráoz participan especialistas en el siglo XIX argentino como Gabriela Tío Vallejo, Marisa Davio, Santiago Rex Bliss, Georgina Abate, Elena Perilli, Gabriel Di Meglio, Cecilia Guerra y los artistas Pablo Iván Ríos, Hugo Bellagamba, Alejandro Moiraghi y Leandro Herrera. “Mi película propone retratos posibles”. En 2017, Aráoz fue declarado “héroe nacional” por el Congreso.

Durante el rodaje de Soy Bernabé Aráoz, Soberón imaginó una trilogía sobre personalidades del pasado argentino. “Ellos son Alberdi, Bernardo de Monteagudo y Aráoz. Escribí el guión sobre Alberdi y estamos en el proceso de preproducción de la película. Uno de los primeros intelectuales convocados es Sebreli, que se mostró muy interesado en participar”, remarca. La película sobre Alberdi -y con Sebreli en el elenco- podría estrenarse en los primeros meses de 2025.

“Hablamos sobre algunas escenas de mi guión, en particular aquella en la que Alberdi entra en un salón de Ginebra y ve la copia del retrato de Jean-Jacques Rousseau y queda embelesado, una crónica que Sebreli no conocía. Hablamos sobre la posibilidad de pensar en un Alberdi gay y de reflexionar sobre la sexualidad. Se interesó en ver la edición original de la revista La Moda, en la que escribía Alberdi”.

Soberón grabará las escenas con Sebreli en Buenos Aires. “Es un intelectual destacado -dice sobre el autor de El asedio a la modernidad-. Lo convoqué porque ha estudiado a pensadores y escritores argentinos y me interesa su mirada sobre los intelectuales argentinos. Alberdi es, quizás, el intelectual más importante del siglo XIX, junto con Sarmiento y Mansilla”.

Y agrega: “Me dijo algo que quiero que quede en la película: ‘Alberdi fue un intelectual adelantado a su tiempo. No fue tan importante en su siglo sino en el siglo XX. Es en el siglo XX cuando se convierte en el gran intelectual argentino’. También dijo que Alberdi se había convertido en un parisino; era un hombre tan brillante y refinado que tuvo que irse fuera de la Argentina. No lo entendieron. Yo le conté que se había ido de Tucumán a los catorce años, vivió en Buenos Aires diez años y el resto de su vida lo pasó en el exilio”. Alberdi murió en Francia a los 73 años.

La película narra tres historias: dos de ellas son ficcionales y la otra de no ficción, con diálogos e intervenciones de intelectuales argentinos.

“Alberdi fue uno de los grandes personajes del siglo XIX -concluye Soberón-. Quizás hoy no tiene el lugar en la memoria que tienen Sarmiento, Facundo Quiroga o Rosas. Y eso es un error, ya que Alberdi fue un pensador notable y un destacado cronista. La película hace foco no solo en su faceta como intelectual sino también en los viajes, en las disputas políticas con Mitre, Rosas y Sarmiento, en su relación esquiva con el amor, y en el embelesamiento que tuvo en sus primeros años con Rousseau: cuando entró a un salón de Ginebra vio una copia del cuadro de Maurice Quentin de la Tour y dijo que si Rousseau hubiera sido una mujer él se lanzaría al cuerpo deseado del ‘filósofo-mujer’. Por eso mi película tendrá que ver también con las transformaciones en el cuerpo”.