Qué pasa en Nueva York y por qué abril fue el mes de los temblores
El pasado 27 de...
El pasado 27 de abril el condado de Somerset, en Nueva Jersey, se registró un terremoto de magnitud 2,9 en la escala de Richter que sacudió a los residentes. No fue de los temblores más intensos que se sintieron en la zona, no provocó daños y tampoco hubo fallecidos. Las autoridades nacionales explicaron que no era habitual que se generaran sismos como este.
El terremoto se registró a las 8.49 hs locales, cerca de Peapack-Gladstone, un distrito en la región de Somerset Hills, ubicado aproximadamente a 72 kilómetros al oeste de la ciudad de Nueva York, según explicaron desde el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). Fueron cerca de 700 residentes en el área los que se comunicaron con las autoridades para informar que sentían movimientos.
Cuatro horas más tarde, las autoridades de la Oficina de Manejo de Emergencias de Nueva Jersey (Njoem, por sus siglas en inglés) emitieron un comunicado en el que anunciaron que no hubo informes de “daños a estructuras, carreteras o infraestructura”.
El primer sismo de abril en Nueva YorkEl 5 de abril de este mismo año, los residentes en el área de Nueva York sintieron que la tierra temblaba durante varios segundos, justo antes de que el reloj marcara las 10.30 hs locales. Según el USGS, el terremoto de 4,8 grados se produjo cerca de la estación Whitehouse, en Nueva Jersey, y fue el resultado de “fallas oblicuas inversas y de deslizamiento a poca profundidad en la corteza”. Aunque este evento no ocurrió cerca del límite de una placa, estos terremotos “intraplaca” también pueden ocurrir.
“Si bien este terremoto es relativamente pequeño a nivel mundial, los de esta magnitud comúnmente se sienten ampliamente en el este de EE.UU., debido a la eficiente propagación de ondas sísmicas en la región”, aseguraron desde el Servicio Geológico. A su vez, explicaron que “son poco frecuentes, pero no inesperados”.
Qué tan frecuentes son los terremotos en Nueva YorkDesde 1950, se produjeron otros 40 terremotos de magnitud 3 o mayores en un radio de 250 kilómetros de distancia del más reciente. De hecho, este último fue el más grande en ese marco de tiempo.
El USGS explica que un terremoto se produce “debido a la liberación repentina de energía en la corteza terrestre, generalmente como resultado de la ruptura de rocas a lo largo de una falla”. Ese suceso genera vibraciones sísmicas que se propagan a través de la Tierra en forma de ondas. Por su parte, las fallas se forman por el movimiento de las placas tectónicas de la Tierra. Cuando estas se desplazan, “se acumula tensión en las rocas adyacentes a lo largo de la falla. A su vez, cuando la tensión supera la resistencia de las rocas, se produce una liberación repentina de energía en forma de un terremoto”, indica el Servicio.
Las réplicas de un terremoto son temblores más pequeños que ocurren después del principal, debido al ajuste de las rocas en la región afectada por el evento sísmico inicial. “Estas son causadas por la liberación de tensiones residuales en la corteza terrestre y pueden ocurrir durante días, semanas o incluso meses después del terremoto principal”, añade el Servicio.