Pese a las fracturas internas, los libertarios votarán cohesionados la Ley Bases de Milei
Una nueva discusión de la ...
Una nueva discusión de la Ley Bases de Javier Milei y el paquete fiscal le dará al oficialismo la oportunidad para demostrar su capacidad política así como su nivel de pragmatismo. Los libertarios tienen múltiples frentes abiertos. A la par del desgranamiento de su bloque, vuelven al recinto para defender las iniciativas de su Gobierno, que necesita esta victoria legislativa por cuestiones programáticas, pero también para enviar una señal de robustez a los mercados y al Fondo Monetario Internacional (FMI). Por eso, dejaron sus diferencias de lado y esta tarde priorizaron mostrar cohesión a pesar de las tensiones que imperan dentro del espacio, hoy conducido por el cordobés Gabriel Bornoroni.
“Todos hacen como si no pasara nada, pero falta mucha unidad”, confió a LA NACION un referente de La Libertad Avanza (LLA). Después de la intempestiva salida de Oscar Zago como jefe de bloque, quien se llevó consigo a dos legisladores del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), las internas se multiplicaron. Si bien las fugas se detuvieron, quienes quedaron al borde de la ruptura postergaron su decisión para después del debate de los proyectos del Poder Ejecutivo.
Por eso, la ausencia de Marcela Pagano fue notoria. Los números del oficialismo son por demás ajustados y el faltazo de una integrante de su bloque pone en jaque algunos de los puntos más resistidos por la oposición. La reimposición de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, así como el artículo que faculta a Javier Milei a reorganizar, eliminar o transformar organismos de la administración pública, son dos ítems en la cuerda floja. Según pudo saber este medio, la diputada sigue con problemas de salud y, si bien ya no se encuentra internada, sus médicos le recomendaron hacer reposo.
Pagano protagonizó junto a Zago un enfrentamiento público con el presidente de la Cámara, Martín Menem, quien se niega a reconocer su nombramiento como presidenta de la comisión de Juicio Político. Este desaire a viva voz dejó a Pagano en una posición incómoda dentro del oficialismo, aunque evitó pegar el portazo “hasta no hablar personalmente con el Presidente”, tal como indicaron cerca suyo.
Los últimos movimientos dentro del espacio libertario en Diputados tienen el sello de Karina Milei, una figura cada vez más gravitante en el armado político electoral de LLA. La secretaria General de la Presidencia trabaja a la par de los Menem: Martín y su primo Eduardo “Lule” Menem, quienes tienen en la mira la conformación de un partido de “puros” donde subyace la idea de correr de la escena política a los sellos más chicos. Los referentes de estos partidos en el bloque oficialista miran de reojo la intención de la hermana presidencial y evalúan la manera de hacerse valer.
A pesar de estos chisporroteos, en la bancada conducida por Bornoroni nadie planea rebelarse contra la Ley Bases y el paquete fiscal. Ni siquiera Zago (MID) o Carolina Píparo (Buenos Aires Libre), con bloques propios.
“Voy a acompañar todo”, dictaminó la excandidata a gobernadora bonaerense de Milei en diálogo con LA NACION. En febrero, tras el fracaso de la primera versión de la ley ómnibus, sufrió en primera persona el ataque directo del Presidente, quien la incluyó en la lista de “traidores” por no votar a favor de algunos de los puntos de la iniciativa.
“No comparto una lista negra porque no la compartí con el kirchnerismo y estoy en la vereda opuesta de eso, pero creo que son momentos de enojo que no se volvieron a repetir y me parece que está bien aprender de la experiencia”, consideró Píparo. Tras ese episodio, la diputada aclaró que no pudo hablar con Milei, aunque sí con otras personas de LLA con las que pudo limar asperezas.
La legisladora había votado en contra del inciso “h” del artículo N°4 de la entonces Ley Bases, después de que Nicolás Massot (Hacemos Coalición Federal) pidiera una modificación. Ese inciso se refería a la posibilidad del Ejecutivo de “transformar, modificar, unificar o eliminar asignaciones específicas, fideicomisos o fondos fiduciarios públicos creados por normas con rango legal, inclusive los destinados a subsidios, revisar su procedencia y destino para lograr una mayor racionalidad, eficiencia, eficacia, transparencia y control del uso de recursos públicos”. Según precisó Píparo, su negativa fue al cambio pedido por Massot, no así a la prerrogativa que pretendía arrogarse el Presidente.