Iban 22 minutos del segundo tiempo. Tottenham insistía, con alma y vida, en busca del empate frente al altivo Manchester City, que ganaba por 1 a 0, por un acierto de Erling Haaland. El partido era parejo, sin demasiado brillo, con los dientes apretados. El conjunto local debía ganar, para soñar con la clasificación rumbo a la próxima Champions League. El elenco visitante está obsesionado: seguir dominando la Premier League, la liga más competitiva del mundo.

Al final, Manchester City aprovechó su partido pendiente en Londres ante Tottenham, se impuso este martes para recuperar el liderazgo de la Premier League en detrimento de Arsenal antes de la última fecha, y está más cerca de un cuarto título consecutivo en la Premier.

El equipo del delantero noruego Erling Haaland, autor de los goles, suma 88 puntos, dos más que Arsenal, segundo, en la antesala de la 38ª y última fecha el domingo.

De pronto, Cuti Romero, un sabueso que suele pasarse de revoluciones, busca un envío como si se tratara de un delantero, de un clásico número 9. No siempre sabe medir las revoluciones: en una arremetida violenta, se llevó puesto literalmente a Ederson, el arquero brasileño del City. Lo dejó tendido, mareado, sin reacción.

El árbitro Chris Kavanagh le mostró tarjeta amarilla y el VAR avaló la decisión. Pero quedó la sensación de que se quedaron cortos: debió ser expulsado. En realidad, el mariscal del seleccionado suele cometer esos deslices, aunque no todos los árbitros lo espían con la misma rigurosidad. Inmediatamente, Pep Guardiola hizo gestos exagerados, movió las manos. Y hasta aplaudió de modo irónico.

Fue atendido durante cinco minutos, se presentó la camilla, pero el número 1 de Brasil no quería abandonar el campo. Es más, siguió sobre el césped, pero un rato más tarde Guardiola (que insistió en pedir la tarjeta roja) decidió su reemplazo. Llegó al banco de suplentes envuelto en furia y hasta mostró su descontento con sus compañeros en el banco de suplentes.

Son se perdió el empate y así lo vivió Pep Guardiola... 😳🤣

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Lo curioso es que su reemplazo, Stefan Ortega Moreno, tapó dos pelotas de gol. Fue determinante en los diez minutos finales. En el mano a mano que le contuvo a Son, Guardiola se tomó la cabeza y se cayó, todo un símbolo del nerviosismo reinante. No fue la mejor versión del City, pero qué importa a esta altura. Y Julián Alvarez jugó apenas los últimos cinco minutos.

Y en un contraataque fatal, para acabar con el suspenso, Foden se citó con Jeremy Doku, víctima de un penal de Pedro Porro. El noruego no falló. Y el 2-0 va directo rumbo al cuarto título en serie.

El Manchester City está “a las puertas de la historia”, había asegurado Guardiola este lunes, antes de la visita a Tottenham, que dejó muy bien encaminado al cuarto título consecutivo para los Citizens, lo que ningún equipo consiguió.

Así fue el duro golpe de Cuti Romero: Pep optó por sacar a Ederson.

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Vigente triple campeón de Inglaterra, el City ocupa el primer lugar del campeonato, con 88 puntos, dos más que Arsenal, de extraordinaria campaña. Sin embargo, al City no hay con qué darle...

Manchester City, además, logró algo más. Ganar por primera vez en la Premier League en Londres desde la inauguración del moderno estadio en 2019. Ahora, depende de sí mismo, este domingo, frente a West Ham.

El considerado mejor equipo del mundo pisó el acelerador en la recta final de campeonato, con 30 goles marcados y tan solo 5 concedidos en sus últimos ocho partidos de Premier League, pero el entrenador español negó que la carrera por el título haya acabado ya. “Está bien, te da los puntos para estar aquí hoy, pero no te da nada extra para mañana, cuando empieces el partido”, advirtió, de modo metafórico.

“Para hacer algo en este país que nunca antes ha sido hecho, tenés que hacer algo especial, excepcional incluso. Nunca antes ha ocurrido en la Premier League. Tenemos que hacerlo esta vez. Estamos a las puertas de la historia y tenemos que aceptar que todavía no lo hemos hecho. Es el momento para ello, si no, el Arsenal será campeón”, resumió.