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Nicolás Varrone en las 24 Horas de Daytona: malas artes rivales, revancha y penalización

La conquista del segundo reloj Rolex estuvo al alcance de la mano para Nicolás Varrone, aunque el clasificador final de las 24 Horas de Daytona lo descubra en el séptimo casillero de la clase GTD...

La conquista del segundo reloj Rolex estuvo al alcance de la mano para Nicolás Varrone, aunque el clasificador final de las 24 Horas de Daytona lo descubra en el séptimo casillero de la clase GTD Pro y 23° en la planilla general que integran las cuatro categorías. La tripulación del equipo Corvette Racing by Pratt Miller, que tuvo al estadounidense Tommy Milner y al neerlandés Nicky Catsburg como compañeros del argentino, resultó protagonista de la emblemática carrera con la que abre la temporada el campeonato de resistencia norteamericano (IMSA) y de la que participaron expilotos de la Fórmula 1 como Kevin Magnussen, Romain Grosjean, Paul di Resta, Sebastien Bourdais, Pietro Fittipaldi o el actual piloto de reserva de Aston Martin, Felipe Drugovich. Una maniobra malintencionada del garaje de BMW al promediar la competencia y un incidente que derivó en una penalización para el joven de Ingeniero Maschwitz, en el desenlace de la prueba, limaron las posibilidades de victoria y también de treparse al podio.

Piloto oficial de Cadillac, inscripto para el Mundial de Resistencia en la categoría reina Hypercar –con un Porsche 96 del Proton Competition- y aspirante a un asiento en la Fórmula 2, la agenda de la temporada de Varrone asoma intensa. Los cuatro vencedores de las 24 Horas de Daytona se definieron en la última hora, resaltando la paridad y competitividad de los autos y en ese lote estuvo el auto tripulado por el argentino. La batalla en la GTD Pro la ganó Ford, con el modelo Mustang, con Dennis Olsen, Frederic Vervisch y Christopher Mies, aunque la pulseada durante un extensísimo tramo la disputaron Chevrolet, con Corvette, y BMW, con el M4 GT3 Evo. La contienda tuvo una primera escaramuza que reflejó una estrategia y, a la vez, las malas artes entre dos autos de una misma estructura –Paul Miller Racing- en detrimento de un rival. Milner (Corvette) marchaba a la cabeza de la prueba y el brasilero Augusto Farfus (BMW), que tenía una desventaja de 50 giros, con nulas posibilidades de acceder a la victoria, ejecutó el plan: hizo de barrera, sin ceder el paso, para que el estadounidense Connor de Phillippi, el restante representante de BMW de Paul Miller Racing, recortara la distancia y en la decisión de ensayar una maniobra de superación generó un roce. Los daños en el Corvette quitaron competitividad al auto, que debió ingresar a los boxes para una rápida reparación. El gesto de la mano izquierda por fuera de la ventana, con el dedo mayor levantado, de Milner a Farfus, reflejó la bronca por la desleal actuación.

De puntero a quinto, el turno de Varrone era una esperanza para regresar a la puja por el triunfo. No falló la proyección: avanzó con rapidez tres posiciones. Una carrera de largo aliento, de resistencia, necesita de múltiples estrategias, una dosis de fortuna y la mente fría para no cometer un exceso que dilapide la tarea en conjunto. El sudafricano Kelvin van del Linde (BMW) y el alemán Mies marchaban por delante del argentino, que saltó a liderar la categoría con el ingreso de sus rivales para cumplir con la última parada en los boxes; Varrone lo hizo más tarde y nuevamente se retrasó en el clasificador: cayó de tercero a quinto. Pero volvió a recuperarse, reubicarse en puesto de podio… Hasta que una combinación de ambición, exceso y hasta una pizca de revancha por aquel incidente que sufrió su compañero de tripulación, selló la suerte en la carrera.

#IMSA #Rolex24 así fue la polémica maniobra entre el Corvette N°4 y los BMW

El N°48 fue penalizado por bloque y el auto del Pratt Miller Motorsports tuvo que parar por los años

Ya se encuentra a bordo Nico Varrone a falta de 2 horaspic.twitter.com/PhMYbn27LU

— Matias Balducci (@MatiasBalducci) January 26, 2025

La velocidad que impuso Varrone en el stint final reavivó la lucha y así como antes dos BMW lidiaban con un Corvette, la ecuación se invirtió: el auto con el N°3, de los españoles Antonio García, Dani Juncadella y el británico Alexander Sims era la locomotora del tren, con el coche de la factoría alemana por detrás. El vagón de cola era Varrone, que en una curva lenta apoyó el auto contra el del rival y le hizo dibujar un trompo. Con pocos minutos para la bandera a cuadros, el cumplimiento de un pase y siga por los boxes terminó con el sueño de abrazar la victoria y renovar en la muñeca el modelo Oyster Perpetual Cosmograph Daytona, que se entrega desde 1992, y premia a los vencedores de las 24 Horas de Daytona.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/automovilismo/nicolas-varrone-en-las-24-horas-de-daytona-malas-artes-rivales-revancha-y-penalizacion-nid27012025/

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