Como cada 3 de junio, este lunes se conmemora en la Argentina el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Política. Desde el año 2015, este día se enmarca en las manifestaciones por Ni Una Menos, un movimiento que está enfocado principalmente en terminar con la violencia de género, promover la equidad salarial y laboral e impulsar el despliegue de los derechos de las mujeres.

En este noveno aniversario, el acto principal se realizará a las 18.30 en un escenario dispuesto en la dársena del Congreso nacional, y dos horas antes, desde las 16.30, comenzará la concentración de algunos sectores en el entorno del Palacio Legislativo, mientras otros grupos marcharán a partir de esa misma hora por la Avenida de Mayo hacia el punto de encuentro.

“Ni Una Menos nació ante el hartazgo por la violencia machista, que tiene su punto más cruel en el femicidio. Es la manera de sentenciar que es inaceptable seguir contando mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres o cuerpos disidentes y para señalar cuál es el objeto de esa violencia”, se lee en la página oficial del movimiento, que nació tras el asesinato de Chiara Páez, una adolescente santafecina de 14 años embarazada que fue asesinada a golpes ese mismo año por Manuel Mansilla, de 17 años.

En este contexto, a nueve años de esa primera marcha que buscaba reducir la tasa de femicidios que se habían registrado ese año, los números continúan sin ser alentadores: según los informes realizados por el Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro, desde el 1° de enero hasta el 6 de mayo de 2024 se produjeron 92 femicidios y vinculados de mujeres y niñas, lo que representa una mujer muerta cada 37 horas.

A estos datos se suman un trans-travesticidio y 8 femicidios vinculados de varones adultos y niños (cuando matan a alguien para hacerle un daño a la mujer). Dentro de estas estadísticas se incluyen datos como que 106 hijos quedaron sin madre, y que el 64 % de los agresores eran parejas o exparejas, frente a las 15 víctimas que habían realizado denuncias y a los cuatro femicidas que tenían dictada medida cautelar de prevención.

Año tras año, los informes replican un dato desolador: el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia continúa siendo su casa o la vivienda compartida con el agresor, ya que el 59% fueron asesinadas en su propio hogar.

Estos números no se alejan demasiado de lo que ocurría en la previa a la primera marcha de Ni Una Menos en 2015. Desde junio de ese año hasta el 31 de diciembre ocurrieron 131 femicidios. Ya tomando como año completo, en 2016 se registraron 289. “Las estadísticas no descienden y continuamos esperando alguna medida de abordaje, asistencia y prevención de las violencias de género por parte de una Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género que pareciera existir solo en su título”, advierten desde la institución.

Y cuestionan: “Lo único que conocemos son medidas regresivas como el desmantelamiento del Plan ENIA (Plan de embarazo no intencional en la adolescencia), que logro, en 5 años reducir el embarazo adolescente casi a la mitad (según los datos del Censo 2022), y la derogación de la resolución 35/2020 de IGJ que establecía la paridad de género en los órganos de administración de algunas sociedades y asociaciones civiles y que permitía que las mujeres formemos parte de los espacios de decisión del sector privado”.

El informe del último año

En 2023 hubo una víctima de violencia de género cada 26 horas, lo que implica que en el total de 12 meses hubo 334 víctimas. Además, se produjeron 307 femicidios, cuatro trans-travesticidios y 23 femicidios vinculados de varones, según los datos del Observatorio.

A esto sumaron que 416 hijos quedaron sin madre, de los cuales un 59 % son menores de edad; 67 víctimas habían realizado denuncias previas y 20 femicidas tenían dictadas medidas cautelares de prevención. Otros datos adicionales fueron:

14 femicidas eran agentes o ex agentes de fuerza de seguridadTres víctimas estaban en presunción de prostitución o trataSiete víctimas estaban embarazadas28 víctimas tenían indicio de abuso sexualCuatro eran mujeres trans16 eran migrantesDos víctimas eran de pueblos originarios37 femicidios se dieron en el contexto de narcocriminalidad46 de los femicidas se suicidaron