Motochorros le dieron una paliza a una policía, le robaron el arma y cubrieron su fuga a los tiros
Existe una zona entre los barrios San Alberto y San Nicolás, en Isidro Casanova y Laferrere, donde los ladrones en moto se movilizan de un sector a otro y roban con impunidad. No hay policías que...
Existe una zona entre los barrios San Alberto y San Nicolás, en Isidro Casanova y Laferrere, donde los ladrones en moto se movilizan de un sector a otro y roban con impunidad. No hay policías que patrullen esa área.
Tan desprotegidos están los transeúntes y vecinos de la zona que hasta los policías fueron víctimas de las distintas bandas de asaltantes que azotan esa porción de La Matanza. El nivel de violencia de cada robo escala hasta el momento en el que los ladrones escapan y deciden abrir fuego para galvanizar el miedo y que nadie se anime a activar la alarma comunal.
En las últimas horas, una oficial de la policía bonaerense fue atacada por ladrones que se movilizaban en una moto y que la interceptaron en la esquina de Cristiania y La Zarza, en el barrio San Alberto. La mujer, que también circulaba en una moto, intentó resistirse al robo, pero los delincuentes le dieron una paliza y la dejaron tirada en la calle.
Una vez que los asaltantes lograron reducir a la mujer policía, le robaron el arma reglamentaria y huyeron sin llevarse la moto. Cuando fue atacada, la oficial de la policía bonaerense regresaba a su casa después de haber prestado servicio en el Comando de Patrullas Sur, de La Matanza, situado en la localidad de La Tablada.
Al contrario de lo que ocurre con muchos policías que deciden no usar el uniforme cuando regresan a sus casas o se dirigen a tomar servicio, la mujer policía atacada llevaba su conjunto reglamentario puesto.
Tanta fue la violencia aplicada por los asaltantes que la agresión contra la mujer policía duró 45 segundos, durante los cuales ambos ladrones le pegaron intensamente, según se pudo observar en uno de los videos grabados por una cámara de seguridad instalada por los vecinos.
Antes de huir, uno de los ladrones tomó el arma de la mujer policía –que se retorcía de dolor por las heridas causadas por los golpes que le habían propinado– y abrió fuego contra los vecinos. Se trató de una amenaza contra los habitantes del barrio para evitar que alertaran al número de emergencias 911 o activaran la alarma vecinal.