Marcos Rojo es un problema central para Boca: la tensión con el DT Diego Martínez crece día tras día
A veces, el silencio es salud. Más allá de un simple saludo de ocasión, el técnico de Boca, Diego Martínez, prefirió no cruzar palabra con Marcos Rojo tras la infantil expulsión del zaguero ...
A veces, el silencio es salud. Más allá de un simple saludo de ocasión, el técnico de Boca, Diego Martínez, prefirió no cruzar palabra con Marcos Rojo tras la infantil expulsión del zaguero en la caída 1 a 0 del xeneize ante Platense. De haberlo enfrentado en el vestuario, con las pulsaciones a mil y la rabia por la roja a flor de piel, el defensor de 34 años ya no formaría parte de los planes del DT.
“No es momento de tomar decisiones o hablar después del partido. Charlaremos en la semana”, advirtió el entrenador, visiblemente molesto por el accionar del capitán. Rojo vio la amarilla a los cuatro minutos del primer tiempo por una entrada vehemente sobre Mateo Pellegrino, a los 12 minutos cometió un claro penal no sancionado por el árbitro y a los 35 minutos se fue a las duchas tras un golpe contra Fernando Juárez. Martínez ni siquiera le dirigió la mirada. Al borde del sector delimitado para los entrenadores, bebió un sorbo de agua y le indicó calentar a Lautaro Di Lollo, el único marcador central que tenía a disposición. El ex Estudiantes y Manchester United tiene contrato con Boca hasta diciembre de 2025, pero sus actitudes adentro y afuera de la cancha ya colmaron la paciencia del DT, que buscará un jugador en su puesto.
La expulsión de Marcos Rojo por doble amarilla.pic.twitter.com/yJxi7dmqXB
— VarskySports (@VarskySports) June 2, 2024Rojo no fue el único responsable de la derrota en Vicente López. Todo Boca se vio superado ante un rival que redujo al equipo a su mínima expresión. Platense fue más en los 90 minutos y superó al conjunto xeneize en todos los aspectos del juego. En lo táctico, en lo físico y, sobre todo, en lo actitudinal. Salvo Sergio Romero, que evitó varias veces la caída de su arco, el resto no superó el examen. El gol del conjunto local, de hecho, provino de un concierto de errores del equipo de la Ribera: Pol Fernández la dividió en el medio, Cristian Lema falló en el despeje, y Mateo Pellegrino, más despierto que Lautaro Blanco, la empujó en el segundo palo tras la respuesta a medias del arquero de Boca.
“Este partido era muy importante para nosotros, un desafío. Después de los primeros 12 minutos y hasta la expulsión, tuvimos un control muy marcado y estábamos imponiéndonos. Pero jugar con uno menos fue determinante”, expresó Martínez en relación a Rojo. “El equipo venía teniendo el control y era superior al rival. Pero la expulsión fue condicionante y cambió el partido”, insistió el DT. En las redes, una buena parte de los hinchas pidió abiertamente la salida del zaguero.
Rojo llegó a Boca a principios de 2021 y, entre lesiones, suspensiones y sanciones disciplinarias (en 2022, Sebastián Battaglia lo marginó de una convocatoria ante Ferro por haberse ausentado de un entrenamiento junto a Darío Benedetto), disputó el 42% del total de los partidos del equipo xeneize entre los ciclos de Miguel Russo, Battaglia, Hugo Ibarra, Mariano Herrón, Jorge Almirón y Diego Martínez. Participó en 84 de 198 encuentros y completó apenas 54. Es decir: apenas el 21%.
El historial de Rojo en Boca incluye además cuatro expulsiones y 23 amarillas. ¿Las anteriores rojas? Dos en los clásicos con River y una en la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores 2023, ante Palmeiras, que lo dejó afuera de la final con Fluminense.
Atención a la frase que generó la sonrisa de Marcos Rojo tras ser EXPULSADO vs. Platense en Vicente López...
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“Ser referente no es ser líder. Referente se es por trayectoria, experiencia, entrega. Líder es mucho más, es ser inteligente y ejemplo dentro y fuera de la cancha. Palabra justa y en el momento justo. Ser respetado por compañeros y rivales. Dar tranquilidad y orden”, expresó Jorge Ribolzi, campeón de América y del mundo con Boca y abanderado del ADN xeneize.
“Cuando los resultados son negativos, se destacan más los errores individuales. Aun así, está claro que Rojo no actuó bien. Cuando uno quiere poner rigor en defensa, que es algo normal en jugadores de su estilo, hay que esperar el momento indicado, uno no puede salir a marcar con el escudo y la espada en la mano. Además, hay árbitros más permisivos que otros, y Ramírez no es un juez que se haga el distraído. Jugar en Boca no te da una vida más. Llama la atención en un jugador de su experiencia, pero es algo que puede pasar”, añade Roberto Rogel, zaguero recio y de pierna fuerte que ganó tres títulos en Boca y conformó una defensa de lujo junto al Chapa Suñé, Julio Meléndez y Silvio Marzolini. Eso sí: “si no hay un pibe bueno en las Inferiores, no estaría mal incorporar otro central”. Consultados por LA NACION, otros símbolos de la defensa de Boca prefirieron no opinar por temor a represalias del club.
En lo que va de su ciclo, Martínez pudo contar poco y nada con el zaguero platense. Un desgarro a mediados enero y otro a principios de mayo le permitieron jugar apenas 10 partidos de 27, de los cuales fue titular en 8. A su vez, los problemas musculares de Nicolás Figal, Cristian Lema y Aaron Anselmino, sumadas a la decisión de los dirigentes de prescindir de los servicios de Nicolás Valentini, obligaron al DT a recurrir a algunos juveniles del plantel de la reserva. Desde que arrancó la racha de lesiones, Boca sumó dos derrotas, dos empates y apenas dos victorias.
Ante Platense, Rojo no mostró el compromiso que pretende el cuerpo técnico. Más: se lo vio sonreír en la boca del túnel tras un comentario de un hincha de Platense, que le enrostró sus complicaciones en la marca, en especial con Mateo Pellegrino. Si no formara parte del plantel, Martínez ni siquiera pensaría en sumarlo.
El prototipo de central que le gusta al DT es el de Aaron Anselmino. Un jugador joven, ágil, con buen juego con los pies y presencia en las dos áreas. La llegada de Lema, por cierto, no corrió por cuenta del entrenador. Martínez ya no tiene en cuenta a Benedetto y ahora apuntó de lleno contra Rojo y Cristian Lema. Ambos estuvieron presentes en el festejo de cumpleaños del Pipa y a la mañana siguiente trabajaron en kinesiología. Rojo se recuperaba de un desgarro, pero el ex Lanús acusó un dolor muscular y eso generó el malestar del cuerpo técnico. Lema quedó afuera de los convocados frente a Central Córdoba por una aparente distensión en el gemelo izquierdo, aunque pocos días después dijo presente en el compromiso con Talleres.
Para colmo, Lema no otorga garantías y es otro de los que juega por la falta de variantes en el puesto. Su contrato también vence a finales de 2025. Por el lado de Rojo, la intención de Juan Román Riquelme es que continúe en Boca hasta que el jugador lo desee, aunque será un tema de conversación con Martínez en las próximas semanas.
Mientras tanto, Boca busca liberar un cupo de extranjeros para intentar sumar a Gary Medel, hoy en Vasco de Gama de Brasil. Otro cacique para un plantel con pocos indios.