El hipo, aunque generalmente inofensivo, puede ser una molestia inesperada en la rutina diaria. Se produce cuando el diafragma, el músculo que separa el pecho del abdomen, sufre espasmos repetidos. Aunque suele desaparecer por sí solo, hay momentos en los que persiste, y es en estas situaciones se buscan soluciones rápidas y efectivas y es allí en donde el jugo de limón se convierte en un truco casero y sencillo para cortarlo.

Los alimentos ácidos tienen la capacidad de “sobresaltar” al sistema nervioso, lo que interrumpe el patrón de espasmos que provoca el hipo, según Harvard Health Publishing. Esto se debe a que el sabor intenso del limón envía señales al cerebro que ayudan a relajar el diafragma y detener los espasmos.

El hipo es provocado por una contracción involuntaria que hace que aspiremos aire de forma abrupta, y al cerrarse las cuerdas vocales de manera rápida para evitar que entre más aire, se genera el característico sonido del hipo.

Otros remedios para detener el hipo

Además del jugo de limón, existen varios otros métodos efectivos para detener el hipo. Emily Jones, MD, médica de medicina familiar en Texas Health Presbyterian Hospital, sugiere en Well+Good algunos de los remedios más comunes:

Asustarse: sorprender al cuerpo con un susto puede ser suficiente para interrumpir el ciclo del hipo.Contener la respiración: retener el aire durante unos segundos ayuda a aumentar los niveles de dióxido de carbono en la sangre, lo que puede relajar el diafragma y detener los espasmos.Beber agua helada: al ingerir agua muy fría, el choque térmico en la garganta puede ayudar a detener el hipo al cambiar el ritmo de la respiración.Respirar en una bolsa de papel: esta técnica consiste en respirar repetidamente dentro de una bolsa de papel para lograr el mismo efecto que retener la respiración y lograr que el diafragma pueda relajarse.

La especialista explica que, en algunos casos, el hipo puede estar relacionado con una condición médica subyacente, como la apnea del sueño. Tratar la condición principal puede ayudar a reducir o eliminar el hipo.

Si estos métodos no logran detener el hipo, se pueden considerar opciones médicas. La clorpromazina, un antipsicótico que ayuda a equilibrar los niveles de dopamina en el cerebro, es uno de los medicamentos más recetados para casos persistentes de hipo, según la Clínica Cleveland.

Causas del hipo

Las causas del hipo son variadas. Entenderlas puede ser la clave para prevenirlo. Algunas de las causas más comunes incluyen comer en exceso o muy rápido, consumir alcohol o cafeína o tener emociones intensas de forma repentina.

En algunos casos, el hipo puede estar relacionado con el reflujo ácido o la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Esta condición provoca que el ácido del estómago regrese al esófago, irritando el diafragma y causando hipo, especialmente cuando se está acostado.

Otra causa común es la apnea del sueño, un trastorno que provoca interrupciones en la respiración durante el sueño. Estas pausas pueden desencadenar el hipo al despertar.

Aunque el hipo suele ser inofensivo, hay situaciones en las que es recomendable buscar atención médica. Si persiste durante más de 48 horas o si es tan intenso que interfiere con actividades como comer, dormir o respirar, es importante consultar a un profesional de la salud.