La euforia, un riesgo
Argentinos al fin, un soplo de aire fresco nos basta para caer en la euforia. Y del mismo modo, cualquier contratiempo despierta críticas despiadadas. Les pasó a gobiernos de distintos signos, en...
Argentinos al fin, un soplo de aire fresco nos basta para caer en la euforia. Y del mismo modo, cualquier contratiempo despierta críticas despiadadas. Les pasó a gobiernos de distintos signos, entusiasmados con la eternidad en el poder.
“Va a llover gasoil”, prometía Guillermo Moreno en 2006, como secretario de Comercio Interior de Néstor Kirchner, pronosticando ese resultado después de presionar a las petroleras con políticas intervencionistas. En los albores de su gobierno, en 2016 Mauricio Macri se entusiasmó con lo que para él sería “una lluvia de inversiones”, fruto de su llegada al poder y de que había vetado una ley antidespidos. Algo pasó, porque en marzo de 2018 insistió con el pronóstico.
Gasoil no llovió; inversiones, pocas.
Javier Milei va de un extremo al otro: dice que apenas van “20 minutos del primer tiempo”, poco como para entusiasmarse, pero enseguida promete “miles de millones de dólares” de aportes privados. Y no escucha las advertencias, incluso de gente que coincide con él en lo esencial. En la última edición de Novedades Económicas, la revista del Ieral de la Fundación Mediterránea, Osvaldo Giordano coincide y elogia las reformas aplicadas y propuestas por el Gobierno, pero ve “muy riesgoso caer en la euforia” por la “enorme complejidad de la tarea”.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-euforia-un-riesgo-nid13012025/