La historia mira a la historia. Por entre las columnas del Monopteros de Munich asoman las torres gemelas de la Frauenkirch, catedral emblemática de la ciudad. Recreación de los templos circulares de la antigua Grecia, el Monopteros está ubicado en el Jardín inglés –otro conocido espacio muniqués–, fue diseñado por Leo von Klenze y erigido en 1836. La catedral está atravesada por otras coordenadas temporales: construida en el siglo XV por Jörg von Halspach, sufrió enormes destrozos durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y fue restaurada entre 1948 y 1955. La ciudad la ama: mediante un referéndum, en 2004 se estableció que ningún edificio nuevo en Munich debe superarla en altura. Finalmente, de eso se trata la humanidad: el enlace, a veces caótico, de las múltiples memorias; la defensa de la belleza, mal que les pese a los malos vientos que cada tanto suceden.