Este es el centavo azul más buscado que se subasta en hasta en 18.000 dólares
La pieza de 1...
La pieza de 10 centavos de 1968, “Dime No S”, se ha convertido en un objeto de deseo para los coleccionistas. Su distintivo color azul pálido y la ausencia de la marca de la Casa de la Moneda de San Francisco la vuelven única. Este ejemplar ha llegado a subastarse por hasta 18.000 dólares, captando la atención en mercados especializados y aficionados debido a su valor y rareza.
La moneda pertenece a una serie de piezas de diez centavos “No S”, fabricadas en años distintos como 1970, 1975, 1983 y 1990. Sin embargo, la versión de 1968 tiene un lugar especial al ser la primera con este error. Además, ocupa la tercera posición en la lista Schechter-Garrett de las 100 monedas más destacadas de Estados Unidos, según Heritage Auctions.
Características de la moneda de cinco centavos que vale milesEl ejemplar contiene un 75% de cobre y un 25% de níquel, lo que explica su particular color. A la fecha, existen cerca de 40 ejemplares en excelente estado, todos certificados y catalogados por expertos, por lo que muchas personas se encuentran revisando sus billeteras y colecciones para ver si son dueños de esta pieza.
En una subasta realizada en septiembre de 2019, un ejemplar de esta moneda alcanzó el precio récord de US$18.000. Como característica particular, tenía una pátina azulada en la nariz de Roosevelt que sumó a su valor.
¿Por qué una moneda de cinco centavos vale más?El valor de una moneda antigua en el mercado numismático depende de varios factores. La rareza es fundamental: los ejemplares limitados, que no tuvieron grandes tiradas, o aquellos que tienen errores de acuñación específicos, suelen ser los más codiciados. Las variaciones en diseño, grabado o detalles también suman importancia, dado que ofrecen a los coleccionistas piezas únicas. Este tipo de monedas se vuelve atractivo por su disponibilidad restringida, lo que aumenta su demanda en subastas y ventas privadas.
El estado de conservación es otro elemento relevante. La condición de una moneda influye directamente en su valor. Aquellas que están bien preservadas, sin desgaste o daños visibles, suelen alcanzar precios altos.
El contexto histórico de una moneda también impacta. Ejemplares acuñados en períodos significativos o durante eventos trascendentales suelen ser más apreciados. Monedas con figuras o símbolos emblemáticos de épocas importantes suelen despertar interés, ya que representan aspectos clave de la historia del país en cuestión. Para los coleccionistas, estos elementos otorgan un valor adicional, aparte de lo monetario, al preservar una parte de la memoria colectiva.
Otro factor esencial es el material. Las monedas hechas con metales preciosos, como oro, plata o platino, suelen tener un valor alto debido a su contenido intrínseco. Este tipo de piezas, aun sin una importancia histórica especial, mantienen su valor en función del precio del metal, y su demanda se basa tanto en el interés numismático como en su potencial de inversión.
Finalmente, muchos coleccionistas buscan la certificación, que garantiza autenticidad y calidad. Los ejemplares autenticados y evaluados por expertos son más confiables en el mercado, lo que incrementa su precio.