Empoderado tras el debate, Trump ahora recibe el primer beneficio del controvertido fallo de la Corte
WASHINGTON.- La histórica y controvertida sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos que amplió la inmunidad de los presidentes para que puedan evitar ser procesados en los tribu...
WASHINGTON.- La histórica y controvertida sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos que amplió la inmunidad de los presidentes para que puedan evitar ser procesados en los tribunales por sus actos de gobierno ya tuvo su primera consecuencia inmediata: la sentencia a Donald Trump en el juicio por ocultar el pago a la actriz porno Stormy Daniels en Nueva York se aplazó y podría incluso ser anulada.
A fines de mayo, un jurado en Nueva York declaró a Trump culpable de conspirar para ocultar un pago de 130.000 dólares a Daniels, comprar su silencio y esconder un romance entre ambos para evitar un golpe político en la recta final a las elecciones presidenciales de 2016 que lo llevaron a la Casa Blanca. La decisión del jurado convirtió a Trump en el primer expresidente de Estados Unidos en ser condenado por un delito.
Trump aguardaba la sentencia del juez, Juan Manuel Merchan, pero pocas horas después de que se conoció el fallo de la Corte, sus abogados presentaron una moción para anular la condena, y dejar todo en suspenso hasta tanto se determine si los delitos que se le imputaron caen o no en la categoría de “actos oficiales”, los cuales, según el fallo de la Corte, son inmunes o al menos gozan de una “presunción de inmunidad” ante la Justicia. Atada de manos, la Fiscalía de Manhattan aceptó pedido de los abogados de Trump y el juez Merchan aplazó oficialmente la lectura de la sentencia de Trump programada para el 11 de julio hasta el 18 de septiembre “si aún es necesaria”.
Trump podía recibir hasta cuatro años de prisión por los 34 cargos en su contra de los que fue hallado culpable por el jurado, aunque al tratarse de su primera condena, podía llegar a recibir una sentencia más leve.
El pedido de los abogados de Trump estiró la polémica por la decisión de la Corte, al ofrecer una primera prueba concreta acerca de cómo opera el fallo en la realidad.
El caso de Manhattan se construyó a partir de hechos anteriores a la llegada de Trump a la Casa Blanca –su romance con Daniels, y las maniobras alrededor del pago, que se concretó durante la campaña presidencial, antes de que asumiera la presidencia–, pero los abogados de Trump argumentaron que parte de la evidencia utilizada por los fiscales para probar su caso surge de la época de su presidencia. Y, según el fallo, no sólo no se puede acusar a un presidente por un acto oficial, sino que tampoco se pueden utilizar pruebas que involucren actos oficiales para respaldar otras acusaciones.
Joshua Steinglass, uno de los fiscales del juicio, respondió a la moción indicando que la Fiscalía no se oponía a la solicitud para aplazar la sentencia en espera de la determinación de su moción, aunque remarcó que los argumentos de Trump “carecen de fundamento”.
Victoria para TrumpMás allá de que prospere o no la movida de los abogados de Trump, la postergación de la sentencia y su posible anulación le otorgó una nueva victoria a Trump en la Justicia, justo después del fallo de la Corte y mientras la candidatura de Biden aparece encerrada en una crisis por su desastrosa actuación en el primer debate presidencial entre ambos.
El fallo de la Corte Suprema garantiza en los hechos que Trump recorrerá el resto de la campaña presidencial sin sobresaltos en los tribunales, pese a tener cuatro causas en su contra: el juicio en Nueva York por el pago a Stormy Daniels; otra demanda en Florida por su desmanejo de documentos confidenciales hallados en su resort, Mar-a-Lago, y otros dos procesos por su intento de revertir su derrota ante el presidente Joe Biden en la última elección presidencial, uno en Georgia, y otro en Washington que también involucra el asalto trumpista al Congreso el 6 de enero de 2021, ampliamente visto como el peor ataque a la democracia norteamericana en la era moderna.
La causa judicial por el asalto al Congreso y la interferencia de Trump en la transición presidencial, iniciada por la acusación del fiscal Especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, quedará demorada por el fallo de la Corte, y nadie espera que el juicio comience antes de la elección, si es que finalmente ocurre. La jueza de esa causa, Tanya Chutkan, debe dilucidar ahora qué actos contemplados en la demanda eran “oficiales” y, por lo tanto, inmunes a ser procesados, y cuáles eran “no oficiales” o privados, y, por lo tanto, podían ser procesados. Esa discusión abre otra batalla judicial aparte que muy probablemente se estire durante meses.
El vendaval desatado por el fallo de la Corte incluyó reacciones que fueron desde festejos de Trump y elogios de la derecha y de figuras del Partido Republicano hasta críticas y advertencias durísimas por el futuro y la salud de la democracia desde la izquierda, los demócratas, constitucionalistas –incluidos las tres juezas que integran el ala progresista de la Corte, y que disintieron de la decisión– y organizaciones de derechos civiles. Biden cargó contra el fallo con un discurso en horario prime time en la Casa Blanca.
“Esta nación fue fundada sobre el principio de que no hay reyes en Estados Unidos”, arrancó Biden en su discurso, y anticipó que, desde ahora, cualquier presidente, “será libre de ignorar la ley”.
Trump no ocultó su algarabía y beneplácito por la decisión del máximo tribunal del país.
“La decisión de la Corte Suprema es mucho más poderosa de lo que algunos esperaban que fuera”, escribió Trump, pronto a ser declarado nuevamente candidato presidencial republicano, en su red social, Truth Social.
“Está brillantemente escrita y es sabia, y elimina el tufo de los juicios y tramas de Biden, todos, que han sido utilizados como un ataque injusto contra el rival político de Corrupto Joe Biden, yo. Muchos de estos casos falsos desaparecerán o se marchitarán en la oscuridad”, pronosticó Trump. “¡Dios bendiga a Estados Unidos!”, cerró.