El gobierno intenta llevar tranquilidad ante la tensión que generó el crimen de “Pillín” Bracamonte
Menos de 48 horas después del crimen del jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, el Gobierno nacional y provincial buscó marcar la cancha ante la incertidumbr...
Menos de 48 horas después del crimen del jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, el Gobierno nacional y provincial buscó marcar la cancha ante la incertidumbre que generó la muerte de este personaje emblemático que va más allá del ambiente futbolístico. A la par, se mostraron activos los investigadores, aunque las hipótesis del asesinato son “múltiples” por ahora, con el objetivo de que no se exploren las venganzas, en momentos en que el barrabrava todavía ni siquiera fue sepultado, porque las cocherías rechazaron velar el cuerpo ante situaciones de posible violencia.
El cuerpo de Bracamonte hasta la tarde de este lunes estaba en el Instituto Médico Legal, donde ayer le practicaron una autopsia. Durante la mañana surgieron varios rumores sobre el destino final de los restos de Pillín, pero ninguno se concretó. Es que buscan evitar que el sepelio y el entierro del líder de la barra brava no provoque trastornos en la seguridad. Temen que haya una multitud de hinchas y que se puedan desatar disturbios. Por eso, la información sobre los restos de Pillín se guarda con recelo para evitar un desplazamiento masivo de hinchas.
Durante la mañana, tanto el ministro provincial de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, como la secretaria Nacional, Alejandra Monteoliva, buscaron llevar tranquilidad y expresaron que el objetivo es reforzar la presencia de fuerzas federales y provinciales en lugares donde puede haber enfrentamientos o conflictos. Una de esas zonas es en el norte de la ciudad, específicamente en el barrio 7 de Septiembre, lugar donde tiene presencia la llamada banda de Los Menores, un grupo criminal que figura entre los posibles –no es el único- autores de este hecho, según los investigadores. En la entrevista que publicó este domingo LA NACIÓN, el propio Bracamonte puso el dedo en esta banda como los autores del intento de asesinato que había sufrido en agosto pasado en el parque Alem, luego del clásico entre Rosario Central y Newell’s, cuando el barrabrava quedó herido de tres balazos y salvó su vida de milagro. El sábado pasado, cerca de las 21.45, la suerte no lo acompañó. Según el resultado de la autopsia difundido este lunes, Bracamonte y Daniel “Rana” Attardo fueron asesinados de cinco disparos cada uno.
Alejandro Ferlazzo, fiscal a cargo de la investigación, advirtió que “las hipótesis de trabajo son múltiples, de hecho han surgido distintas investigaciones judiciales sobre la situación de Andrés Bracamonte que exceden el manejo de la hinchada de Rosario Central, es decir, que esto se extiende a otros posibles negocios ilícitos”. Uno de esos “negocios ilícitos” es el narcotráfico, rubro delictivo que manejan Los Menores.
En conferencia de prensa, Ferlazzo confirmó que la reconstrucción que hicieron del doble crimen ubica a tres agresores en el lugar, donde llegaron a pie, efectuaron al menos once disparos de armas calibre 9 mm y se retiraron.
Las dudas por el alumbrado públicoEl funcionario remarcó que a la hora en la que ocurrió el crimen la luz de calle estaba cortada. “El alumbrado público se inició cerca de las 20 como siempre, el día anterior esa cuadra tuvo luz y en el día en el que ocurrió el hecho en esa cuadra volvió cerca de las 00.50. Hemos pedido informes para ver cuál fue el desperfecto, puede ser un desperfecto normal que haya sido aprovechado por los autores para efectuar el ataque en ese lugar, pero tampoco descartamos otras hipótesis”, sostuvo Ferlazzo. Pese a la falta de alumbrado público, el investigador aclaró que las cámaras que hay instaladas en la zona funcionan. “Las hemos ido recopilando, es un proceso arduo que seguimos realizando”, remarcó, y aclaró que “ayer por la tarde desde el club Rosario Central se informó que tanto en este partido donde ocurrió el hecho, como en el anterior, no tienen ningún registro fílmico ni externo ni interno propio del club”.
Además, el fiscal convocó a que quienes hayan presenciado el ataque, se presenten en la fiscalía para dar testimonio. “Hubo muchísimos testigos presenciales porque era una zona muy poblada de gente por la salida de la cancha. Llamamos a la colaboración, sabemos que circularon muchos audios, personas que han visto. El llamado a que se presenten a colaborar tiene que ver con poder precisar cuestiones propias de la mecánica del hecho y garantizando la extrema reserva y seguridad para que nadie se sienta atemorizado”, aclaró.
A la par de la investigación, desde los gobiernos nacional y provincial implementaron medidas de prevención ante la posibilidad de que surjan venganzas tras el crimen del jefe de la barra. “El mismo sábado a la noche se conformó una mesa específica de trabajo, el domingo por la mañana ya estuvo acá todo el equipo completo del ministerio de Seguridad de la Nación en el marco de la colaboración que venimos haciendo y trabajando en una acción operativa conjunta, revisando el despliegue, garantizando la prevención y reforzando zonas”, detalló en rueda de prensa la secretaria de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva.
Además, la funcionaria confirmó que, en el marco del plan Bandera y en coordinación con el gobierno de Santa Fe, se definió ampliar las zonas de trabajo de los agentes federales en la ciudad, aunque por ahora, sin sumar refuerzos. “Si es necesario se va a incrementar la cantidad, lo que sí hemos hecho es ampliar zonas, mejorar la distribución de ese despliegue y ampliar el patrullaje”, apuntó.
Consultada sobre si el asesinato del jefe de la barra de Rosario Central podría generar una nueva escalada de violencia en la ciudad, Monteoliva fue clara: “No vemos un recrudecimiento, lo que buscamos es garantizar la prevención. Se ha llegado a un punto en la ciudad de Rosario y no es la intención bajar los brazos”.
A su turno, el ministro Cococcioni dijo que desde un primer momento estuvo en contacto con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y que llegó la secretaria Monteolivo y se empezó a coordinar el trabajo con la fiscalía. Todos, incluidas las fuerzas policiales provinciales y nacionales, tuvieron una reunión donde el objetivo primario fue poner a disposición de la fiscalía todos los recursos necesarios para esclarecer el doble homicidio.
Cococcioni dijo que no hay que minimizar el hecho y sus implicancias, por eso se trabajó desde un primer momento en reajustar el despliegue de las fuerzas “reformular algunas zonas para poder anticiparnos y prever posibles repeticiones”, dijo.
“Vamos a poner todo lo que esté a nuestro alcance desde nación, provincia y municipio para evitar que este hecho no sea utilizado para instalar un regreso al pasado. Nos costó mucho salir de una dura situación, cerramos los dos años anteriores con casi trescientos homicidios dolosos en la ciudad y vamos a cuidar al máximo lo logrado en estos 11 meses con el trabajo en conjunto para que los rosarinos puedan viviendo tranquilos”, aseguró.
Si bien dijo que no descartan ninguna hipótesis, dijo: “Acá lo que hubo fueron otras situaciones que se tendrán que esclarecer había una persona que fue objeto de 29 atentados en su vida y la verdad es que estaba hasta con muy pocas medidas de autopreservación y hasta diría mostrándose, repitiendo sus rutinas una y otra vez pese a que tenía prohibición de ingreso a los estadios con lo cual policialmente no vemos que el hecho pudo haberse previsto si ahora trabajar muy fuerte con nuestros recursos para esclarecer y reformular y seguir reforzando la prevención en calle qué es lo que nos va a dar tranquilidad y evitar cualquier especulación sobre un rebrote de violencia como se ha dicho”.