El Gobierno aumentó en un 778% los gastos reservados de la SIDE
La decisión del Gobierno de imponer, por decreto de necesidad y urgencia, un aumento de...
La decisión del Gobierno de imponer, por decreto de necesidad y urgencia, un aumento de $100.000 millones para gastos reservados de la flamante Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) –organismo que orbita bajo la tutela del asesor presidencial Santiago Caputo–, desató fuertes críticas de la oposición, incluso de sectores afines al oficialismo, por la envergadura del incremento: en un marco de fuerte restricción del gasto público, las partidas para inteligencia aumentaron un 778% desde que el presidente Javier Milei asumió su mandato.
En efecto, cuando el Gobierno prorrogó el presupuesto 2023, en los albores de su gestión, el crédito asignado a la ex-Agencia Federal de Inteligencia (AFI) era de $15.557 millones. Ahora trepó a $136.741 millones, con el agravante de que los gastos en los que incurra el organismo –que recobró el antiguo nombre de SIDE– serán reservados. Esto significa que sus autoridades no están obligadas a rendir cuentas sobre su ejecución, salvo ante la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Seguridad e Inteligencia del Congreso. Un cuerpo que, dicho sea de paso, a casi ocho meses de asumido el gobierno libertario todavía no se conformó.
Tal como anticipó LA NACION el domingo, la resurrección de la SIDE –a cargo de Sergio Neiffert, hombre de Caputo– tiene como objetivo que empoderar al organismo con amplias facultades operativas y presupuestarias –incluidos los gastos reservados–, y concentrar en él la supervisión de todo el sistema de inteligencia nacional. Con el nuevo decreto publicado este martes –el 656/24–, el Gobierno pretende dotarlo de una fuerte partida presupuestaria “para garantizar la seguridad, defensa e integridad” de nuestro país.
“En atención a la naturaleza del destino de los fondos asignados y que su publicidad afectaría el normal desarrollo de las tareas de los órganos que integran el citado sistema, corresponde establecer su carácter reservado”, reza el decreto. Esto desató una ola de advertencias desde la oposición sobre la opacidad en la ejecución de estos fondos.
“No hace más que abonar la hipótesis de que el Gobierno pretende crear un poderoso aparato de inteligencia para destinarlo al espionaje, a la manipulación y la persecución política”, dramatizan en el kirchnerismo.
No hubo partida presupuestaria que se haya beneficiado con un aumento semejante al de la SIDE en lo que va del año. Ni siquiera los programas sociales destinados a atender los problemas de la pobreza, la educación y la salud.
“Es una locura. Después dicen que ‘no hay plata’”, cuestionó un legislador que suele acompañar las iniciativas del Gobierno. Desde el kirchnerismo las críticas fueron feroces y ya preparan una batería de medidas para intentar voltear el decreto.
“La ley 24.156 de administración financiera establece que quedan reservadas al Congreso las decisiones que afecten el monto total del presupuesto y el monto del endeudamiento previsto, así como las partidas que refieran a gastos reservados y de inteligencia. Ergo, este DNU viola la ley”, enfatizó el diputado Leopoldo Moreau, quien hoy conduce la Comisión Bicameral de Inteligencia hasta que se confirme su nueva conformación.