El empleado bancario investigado en Europa por tráfico de armas quedó detenido, acusado de seis delitos
Un empleado bancario que era investigado en Europa por su presunta participación en una...
Un empleado bancario que era investigado en Europa por su presunta participación en una red internacional de tráfico de armas y que fue detenido en su casa de Bernal en Quilmes, donde detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) fusiles, pistolas, una ametralladora, elementos para la carga de municiones, cabezas de antílopes y diversa simbología nazi fue imputado de seis delitos y, por el momento, continuará el proceso en prisión.
El sospechoso, cuya identidad no fue difundida, fue imputado por los delitos de tenencia de materiales o aparatos explosivos, inflamables o biológicamente peligrosos sin la debida autorización legal ni justificada por razones de uso doméstico o industrial; tenencia simple de armas de fuego de uso civil sin la debida autorización legal; tenencia simple de armas de fuego de guerra sin la debida autorización legal; acopio de armas de fuego, piezas y municiones sin la debida autorización legal; promoción de propagandas basadas en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión u origen étnico y almacenamiento de productos provenientes de la caza furtiva o de la depredación, según informó la página de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar.
Tras la detención del empleado bancario, la PFA había informado: “La causa fue impulsada por la Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (Ufeco), a cargo de Santiago Marquevich, quien en julio pasado dio intervención al Departamento Investigaciones Antimafia en el marco de la investigación internacional denominada ‘Operación Nevada’, originada por efectivos de la Policía Federal de la República de Bosnia-Herzegovina, cuyo objetivo se centra en desbaratar en su totalidad una organización criminal dedicada al tráfico de armas a países tales como los Estados Unidos, Grecia, México y Australia”.
La causa quedó en manos del juez federal de Quilmes, Luis Armella, con la intervención de la fiscal federal Silvia Cavallo.
“El imputado se negó a declarar en su indagatoria ante el juez Armella y si bien pidió su excarcelación le fue denegada en sintonía con lo dictaminado por el Ministerio Público Fiscal. La defensa apeló esa decisión, pero por el momento el acusado continuaba detenido”, explicaron desde la web de la Procuración General de la Nación.
Según se explicó en su momento, los detectives del Departamento Investigaciones Antimafia, tras tareas de campo, determinaron que el sospechoso estaba de viaje en Europa. Al conocer la fecha de su regreso, se hizo una tarea de vigilancia en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
“Se realizó un discreto y efectivo seguimiento que permitió establecer como se dirigía a la zona sur del conurbano bonaerense, más precisamente a una casa en Bernal, lugar donde se llevarían adelante actividades vinculadas al contrabando de todo tipo de armas”, dijeron fuentes policiales.
Tras las pruebas reunidas por el personal de la PFA, el juez Armella ordenó el allanamiento en la casa y la detención del sospechoso. Durante el operativo se incautaron tres fusiles, 15 pistolas, cinco bayonetas, una ballesta, una ametralladora calibre 9 mm, dos máquinas de carga de proyectiles, 3000 fulminantes, 3,5 kilos de pólvora, 3000 puntas, 2500 vainas de distintos calibres y variada simbología nazi,
“Además de las armas y los objetos con simbología nazi se secuestraron tres trofeos (cabezas disecadas) de ejemplares de antílope de la India (Antílope cervicapra) en clara infracción a la ley de protección ambiental, dos teléfonos celulares y documentación de interés para la causa”, explicó la fuerza federal en el comunicado de prensa.
Tras la audiencia donde el sospechoso se negó a declarar, una fuente judicial afirmó: “Ahora se está haciendo un relevamiento de toda la documentación relacionadas con las armas secuestradas en el allanamiento”.
Además de las armas citadas, el personal de la PFA secuestró un uniforme alemán de la Segunda Guerra Mundial, bustos de Adolf Hitler y Benito Mussolini, un almanaque con la imagen del líder fascista italiano, dos cascos y cinco gorras con simbología nazi, catorce libros relacionados al nazismo, 33 casetes con la inscripción “La Guerra del Führer” y dos banderas con la cruz esvástica, entre otros elementos.
Del operativo participaron representantes del Museo del Holocausto, certificando gran cantidad de objetos de simbología nazi, en infracción a la ley 23.592, así como también funcionarios del Departamento Delitos Ambientales –que determinaron la ilegalidad de la posesión de las cabezas de antílope halladas– y del Departamento Armas y Explosivos y de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), quienes inspeccionaron las armas secuestradas.