La involución es evidente. Después de haber terminado en el cuarto puesto en la Copa América Centenario, que organizó en 2016, negarse a participar en 2019 y no ser invitado en 2021, Estados Unidos vuelve a fracasar en el torneo de selecciones más importante del continente americano, a menos de dos años del Mundial que organizará en 2026. La derrota por 1 a 0 ante Uruguay y el triunfo 3 a 1 de Panamá sobre Bolivia sentenciaron su suerte y dejó a sus hinchas con la amarga sensación de que al torneo le queden dos semanas y ocho partidos, y ya no haya equipo propio que alentar.

Pero además de la decepción hay enojo. Porque más allá de las propias falencias, consideran que en el partido decisivo frente a Uruguay fueron perjudicados por el arbitraje del peruano Kevin Ortega y del VAR, a cargo del ecuatoriano Carlos Orbe.

Concretamente, el entrenador de Estados Unidos, Gregg Berhalter, cuestionó el gol que decidió anoche la derrota y la eliminación local, por considerar que el tanto debió anularse por fuera de juego.

“Es muy loco. Yo no entiendo (...). Tenemos fotografías que muestran cómo fue interpretada la regla y siento que fue un gol convertido en fuera de juego. Es decepcionante, realmente lo es, pero esto pasa en el fútbol y tenemos que vivir con esto”, dijo Berhalter en conferencia de prensa en el GEHA Field at Arrowhead Stadoum de Kansas City (Missouri).

El decisivo tanto de Mathías Olivera en el minuto 68, aprovechando un rebote del arquero Matt Turner tras un cabezazo de Ronal Aráujo, fue validado por el VAR cuando a primera vista pareció que el autor del tanto estaba en fuera de juego.

El seleccionador estadounidense, pese a la crítica que hizo al arbitraje, reconoció las falencias de su equipo. “Ver las caras de los muchachos en el vestuario, del staff, reflejó que estamos muy decepcionandos con los resultados. Éramos capaces de más y en este torneo no lo demostramos, tan simple como eso”, sostuvo. “Ya analizaremos y veremos qué hicimos mal y por qué salió mal, pero ahora tenemos un sentimiento de vacío”, agregó.

En sintonía con esa decepción y más allá de la jugada polémica en sí, la tristeza colmó el ánimo del plantel estadounidense.

“Tuvimos un buen comienzo y luego pusimos mucha energía, pero al final no tuvimos suficiente calidad”, dijo Christian Pulisic a FOX Sports en una entrevista posterior al partido. Y agregó: “Sentí que lo dimos todo, pero no pudimos encontrar las soluciones para marcar”.

La pronta eliminación traerá consecuencias. Según consigna el diario USA Today, “el hecho de no avanzar más allá de la fase de grupos en la Copa América podría obligar a realizar cambios importantes en el equipo, sobre todo en el estatus laboral del entrenador Gregg Berhalter”.

“Nuestro desempeño en el torneo no estuvo a la altura de nuestras expectativas. Debemos hacerlo mejor”, dijo el director deportivo de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, Matt Crocker, en un comunicado. “Realizaremos una revisión exhaustiva de nuestro desempeño en la Copa América y de cómo mejorar el equipo y los resultados de cara a la Copa Mundial de 2026″.

Durante la segunda mitad y después del pitido final, el lunes por la noche en el Arrowhead Stadium, se oyeron cánticos exigiendo la destitución del DT, al grito de “Despidan a Gregg”. Tras el partido, Berhalter reconoció que su equipo no estuvo a la altura de las expectativas.