Aunque pueda sonar sorprendente, llegar a los 100 años es una meta alcanzable con los hábitos adecuados. Valter Longo, reconocido experto en longevidad y autor del libro “La dieta de la longevidad: comer bien para vivir hasta los 110 años”, revela los secretos para alcanzar esta edad con vitalidad. Según Longo, la clave está en una combinación específica de dieta y estilo de vida.

Longo, director del Instituto de Longevidad de la Facultad de Gerontología de la Universidad de California del Sur, dedicó su carrera a estudiar los factores que influyen en una vida prolongada y saludable. Su enfoque se basa en dos pilares fundamentales: una dieta rica en vegetales y el ayuno, según publicó el The New York Times.

La dieta debe limitar el consumo de carnes rojas, así como reducir la ingesta de pan, pasta y arroz. En su lugar, Longo recomienda el consumo regular de pescado, al menos dos veces por semana. Además, sugiere una moderación en el consumo de proteínas, con una ingesta de unos 0,8 gramos por kilo corporal hasta los 65 años, incrementándola gradualmente después de esa edad.

Este enfoque dietético se complementa con la práctica de un ayuno cada cuatro meses, que dura unos cinco días. Longo llegó a estas conclusiones tras analizar informes clínicos y estudios epidemiológicos sobre longevidad durante los últimos años.

Además de los hábitos dietéticos, estudios psicológicos también destacan otros factores importantes para alcanzar una edad avanzada. Una investigación realizada por especialistas de la Universidad Complutense de Madrid y publicada en The Journal of Happiness Studies revela que las personas que superan los 100 años comparten características psicológicas como la vitalidad, el deseo de interacción social, la resiliencia y una actitud positiva hacia la vida.

Así, estos recursos psicológicos juegan un papel importante en la longevidad.

En una nota más anecdótica, el caso de Loli, una mujer de 102 años, capturó la atención por su sorprendente secreto para mantenerse saludable: la miel. Según Loli, el consumo regular de miel fue un pilar en su dieta y contribuyó a su notable bienestar. Ella afirma que, desde que empezó a tomar miel cada mañana, notó una mejora en su salud y evitó enfermedades comunes como los resfriados.