El café es una de las infusiones más consumidas alrededor del mundo. Además de su aroma y sabor, este producto tiene una variedad de compuestos bioactivos que estimulan las capacidades cognitivas del cerebro, es por eso que se lo asocia con la productividad. Sin embargo, en las últimas semanas se compartió una investigación que alerta a las personas mayores de 60 años, que consumen café de manera excesiva.

A lo largo de la historia, el café se transformó en una bebida ideal para comenzar el día, para trabajar, para estudiar, o, simplemente, para las situaciones en las que hay que estar activo. A esta altura existen personas que no pueden atravesar su día sin haber bebido una taza de café y esto es por los múltiples beneficios que ofrece; sin embargo, los especialistas sugieren no pasarse de la línea porque, como todo lo que se consume en exceso, podría tener efectos negativos en el organismo.

Un grupo de científicos estudió a 8.451 personas adultas mayores cognitivamente sanas del Reino Unido y el equipo los dividió por consumo de café: alto, moderado y nulo. El 18% informó beber cuatro o más tazas de café, el 58% confirmó beber de una a tres tazas y el 25% detalló que nunca bebe café.

La investigación, que fue presentada en la Conferencia internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) 2024, dio como resultado que beber tres tazas de café al día está asociado con el deterioro neurocognitivo más rápido en el tiempo. En cambio, los que bebían de manera moderada o no bebían, tenían un deterioro neurocognitivo más lento.

En este sentido, la investigadora del estudio, Kelsey R. Sewell, del Advent Health Research Institute, manifestó en diálogo con el sitio especializado Medscape Noticias Médicas: “Es el viejo dicho de que en exceso nada es bueno. Se trata de equilibrio, por lo que el consumo moderado de café está bien, pero probablemente no se recomiende tomar demasiado”.

Asimismo, continuó: “Podemos ver que aquellos con un alto consumo de café mostraron la disminución más pronunciada en la inteligencia fluida a lo largo del seguimiento, en comparación con aquellos con un consumo moderado de café y aquellos que nunca consumieron café (...) Nuestros datos sugieren que durante este período de tiempo, el consumo moderado de café puede servir como algún tipo de factor protector contra el deterioro cognitivo”.

Cabe destacar que si bien se trata de un estudio observacional, todavía es necesario comprender mejor el mecanismo neuroprotector de los compuestos del café, según la investigadora. No obstante, si una persona consume esta infusión de manera excesiva, ya podría reducir sus ingestas para no padecer un deterioro neurocognitivo.

¿Qué es un deterioro neurocognitivo? Según el Instituto Nacional del Cáncer, son “alteraciones en el pensamiento, el aprendizaje, la memoria, el juicio y la toma de decisiones. Los signos del deterioro cognitivo incluyen pérdida de la memoria y dificultad para concentrarse, completar actividades, comprender, recordar, seguir instrucciones y solucionar problemas”.

Del mismo modo, destacan que “otros signos frecuentes son trastornos en el estado de ánimo o cambios de comportamiento, pérdida de la motivación y desorientación. El deterioro cognitivo puede ser leve o grave”.

Sin embargo, en varios estudios se demostró que beber café en porciones moderadas puede tener varios beneficios como menor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, varios tipos de cáncer, afecciones metabólicas como la diabetes tipo 2, hepáticas como la cirrosis y neurodegenerativas como el Parkinson y Alzheimer.