Desconfianzas mutuas dilatan el pacto entre Pro y libertarios para confluir en una coalición de gobierno
Mauricio Macri estaba al tanto de que Cristian Ritondo, jefe de la bancada de Pro, había sido convocado por el presidente Javier Milei a una reunión a solas en la Casa Rosada. Pero el exmandatari...
Mauricio Macri estaba al tanto de que Cristian Ritondo, jefe de la bancada de Pro, había sido convocado por el presidente Javier Milei a una reunión a solas en la Casa Rosada. Pero el exmandatario no fue el promotor del almuerzo entre Milei y uno de sus laderos más fieles.
Después de que protagonizara una feroz pelea con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, uno de los referentes del partido de Macri, Milei hizo un gesto al recibir durante dos horas a Ritondo en su despacho e intentó apaciguar los ánimos entre Pro y La Libertad Avanza. Ambos coincidieron en evitar los choques entre dos aliados naturales en el espectro ideológico y el nuevo tablero político, mancomunar fuerzas en el Congreso y hasta explorar la chance de confluir en la oferta electoral de las legislativas de 2025. Hasta anoche, Macri y Milei juraban que no se habían juntado, pero transmitían que mantienen un diálogo fluido.
Pese a las señales de tregua que envió el Presidente desde el epicentro del poder, macristas y libertarios conviven como aliados en una clima de desconfianza mutua. Es que las declaraciones que realizó el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, LA NACION respecto de la gestión nacional de Macri en el período 2015-2019 y las recetas que aplicó Cambiemos para reducir el gasto público o el pacto fiscal con las provincias -dijo que “fracasó” porque “trajo de nuevo al kirchnerismo”- provocaron un fuerte malestar en las filas de Pro; sobre todo, en el sector que responde al expresidente. Los reproches brotaron incluso desde el seno de la bancada que conduce Ritondo.
“Javier está en una frecuencia y parte de La Libertad Avanza, en otra. Tienen miedo al abrazo de Pro, miedo a que les copemos el gobierno”, dice uno de los encargados de tender puentes entre ambos partidos. De hecho, el vocero presidencial Manuel Adorni volvió a cargar contra Torres por los gastos en la organización de “25 festivales” en Chubut, pese a que confirmó que el Ejecutivo giró a esa provincia el dinero adeudado por el Fondo Compensador al Transporte Público. “Quieren a Pro sin el Pro. Por eso, apuestan a captar dirigentes nuestros, pero no avanzan formalmente en un acuerdo”, agrega otro de los jefes de la fuerza que fundó Macri. Conjeturan que Milei dilata un acuerdo integral con Pro para llegar más fortalecido a esa instancia o cuidar a su núcleo duro.
Anteayer Milei y Ritondo habían hablado largo y tendido sobre la tensa pulseada entre Torres y la Casa Rosada por la quita de fondos de coparticipación a la provincia patagónica. Ritondo procuró acercar posturas: le sugirió que Torres era un aliado que coincidencia con el rumbo del Gobierno, pese a las diferencias por los recursos o el trato a las provincias.
En el entorno de Milei aún no digieren que Macri no se haya desmarcado de la polémica jugada de Torres de amenazar con frenar el suministro y la producción de petróleo si el Ejecutivo no le restituía los fondos recortados. El malestar se acrecentó cuando trascendió que Macri había mantenido una reunión con Torres y el gobernador Rogelio Frigerio (Entre Ríos) en sus oficinas antes de que estallara el conflicto. ¿Milei llegó a sospechar que Macri podía estar avalando la maniobra de Torres? Es la versión que hizo correr un sector del bullrichismo que está en pie de guerra con Macri tras el quiebre del vínculo entre el fundador de Pro y la ministra de Seguridad.
Quienes rodean a Macri rechazan de forma tajante esas elucubraciones. Es más, repiten que Macri buscó mediar entre Torres y Milei para encontrar una salida consensuada y evitar que la disputa escalara ante la opinión pública. Por caso, los sondeos para acercar posturas llegaron a oídos Santiago Caputo, el influyente asesor de Milei.
El dilema de MacriEl conflicto patagónico lo puso a Macri frente a una disyuntiva: ¿preservar el vínculo con Milei o defender a uno de los tres gobernadores de Pro para evitar una hemorragia en su partido? No compartía la idea de Torres de amenazar con un bloqueo al suministro de petróleo, aunque comprendía el reclamo por los fondos. Por esa razón, le pidió que “parara la pelota” e intentara agotar las instancias de negociación. En la intimidad Macri no ocultó durante los últimos días su frustración por la espiralizacion del enfrentamiento entre Torres y Milei. “Es como cuando se pelean dos amigos; es incómodo darle la razón a uno u otro”, resume uno de los fieles a Macri en la cúpula de Pro. Por ende, el expresidente prefirió no asomar la cabeza y evitar un pronunciamiento.
La pugna entre la Casa Rosada y Chubut enfrió la chance de que se concrete un acuerdo integral entre Milei y Macri antes de la apertura de sesiones ordinarias de mañana. Esa idea había tomado fuerza tras el primer traspié de Milei en el Congreso. Pese al cortocircuito que provocó la reacción de Torres, el líder de La Libertad Avanza y el expresidente mantienen contactos frecuentes por teléfono. Es más: Milei le dedicó una batería de elogios a Macri durante la charla de dos horas con Ritondo en la Casa Rosada. A lo largo de la conversación también destacó la labor del bloque de Pro en la frustrada batalla del oficialismo para conseguir la media sanción a la ley ómnibus en Diputados. Cerca de Milei valoran que Ritondo haya mantenido unido el bloque macrista a la hora de votar en general y particular.
Los libertarios le abren la puerta a la chance de que Ritondo lidere un interbloque que agrupe a los 38 legisladores de LLA con los 40 de la tropa de Pro. No obstante, el jefe de la bancada de Pro ya avisó que esa opción no es viable para él y carece de sentido, sobre todo, después del acuerdo que sellaron con Unión por la Patria y Menem por el reparto de las autoridades en las comisiones estratégicas. En tanto, los estrategas de Milei se oponen a la posibilidad de que Ritondo pueda reemplazar a Menem al frente de la Cámara de Diputados en caso de que Pro y LLA cierren un acuerdo institucional para confluir en una nueva alianza parlamentaria y de gobierno.
La interna de ProA sabiendas de las dificultades para converger con los libertarios y cerrar acuerdos con la mesa chica de Milei, Macri se dedica a reorganizar el Pro para quedarse con la presidencia del partido en las elecciones del 19 de marzo. Sus laderos en la fuerza descreen que Bullrich se atreva a dar el portazo. Suponen que la ministra no tiene margen para correrse y que deberá permanecer en Pro si quiere garantizarse lugares para los suyos en las listas de diputados y senadores en 2025. “Todavía no lo decidimos”, comentan cerca de la exministra, quien promovió una declaración de sus leales en Pro para diferenciarse de Macri y criticar la actitud de Torres en la pugna con Milei. Macri quiere lograr una lista de unidad y envía señales de que buscará contener a la ministra. Y promover nuevos liderazgos para evitar que se fuerza se desperfile tras la crisis por la derrota en las urnas. El tercer puesto y el ascenso de Milei obligan a Pro a reinventarse.
En Pro ya hacen cuentas con miras a 2025 a sabiendas de que los libertarios les quitaron centralidad y ahora tienen mayor representatividad electoral. Y centran sus expectativas en un eventual acuerdo entre Macri y Milei. Incluso referentes del partido iniciaron conversaciones informales con exponentes libertarios, como Caputo, para explorar la chance de confluir en las próximas elecciones de medio término, una idea que sobrevoló el almuerzo entre Milei y Ritondo, tal como consignó LA NACION. “Hay un camino común y hay un trazo grueso de ideas que se comparten, pero hay resistencias internas en los dos partidos”, dice uno de los referentes de Pro al tanto de las tratativas. Las charlas giran en torno al armado en la provincia de Buenos Aires, fortín del kirchnerismo, pero ya sueñan con aunar fuerzas en Córdoba. Saben que los libertarios podrían absorber el electorado de Pro, un fenómeno similar al que sufrió el radicalismo con la llegada de Macri al poder en 2015. Por eso, los impulsores de formalizar un pacto con Milei piensan en retener una base de sustentación en la pecera de Pro y de los libertarios. “Estamos atrapados porque si a Milei le va bien, nos come el electorado; y si le va mal, nos arrastra”, sintetiza uno de los jerarcas del espacio.
Macri repele el plan de Bullrich de navegar hacia una fusión con LLA, pero no descarta una alianza electoral en 2025. Dice que el Pro debe mantener su identidad y colaborar con el Gobierno en el Congreso. Por lo pronto, sus leales están convencidos que su desembarco en la Presidencia de Pro será la llave para negociar con los libertarios en caso de que Milei sufra una turbulencia en la gestión y acuda a Macri para fortalecer su Gabinete. La figura de Macri, presumen, sería una suerte de salvoconducto. “Aceptar ahora un cargo en el gobierno de Milei es como jugar a la ruleta rusa. No sabes si te van a echar a los dos días”, afirman en el macrismo. En las últimas horas otro dirigente ligado a Pro oficializó su salida del Gobierno: se trata del abogado y exlegislador porteño Diego Marías, quien había asumido hace menos de un mes como interventor adjunto del sistema de medios públicos.