Desde Hablemos de Autismo Usuahia, llega una valiosa iniciativa digna de apoyo para quienes experimentan autismo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno de ansiedad, trastorno del procesamiento sensorial, Alzheimer o TOC y no tienen forma de que los demás reconozcan de manera evidente lo que les ocurre.

Promover la sanción de la llamada “ley del cordón de girasoles” permitirá distinguir inmediatamente a quienes tienen alguna condición que demande una atención preferencial con sendas, horarios o espacios físicos especiales. Los estímulos sonoros o visuales afectan el comportamiento de muchos, por lo que tienden a evitar, de ser posible, todo bullicio y estrés. Muchas veces someterse a una larga cola en un supermercado o comercio, un centro de salud, un aeropuerto o una institución educativa dispara su ansiedad y puede devenir en una crisis o una incomodidad, que podría volverse evitable capacitando también al personal para ello.

Desde hace unos años, en muchos lugares pueden verse personas que llevan alrededor del cuello cordones de fondo verde intenso con girasoles estampados. Es la forma de hacer visible una condición. En el aeropuerto de Gatwick, Londres, se presentó por primera vez en 2016 y su uso voluntario se extendió como movimiento global a numerosos países del primer mundo.

Es de esperar que la petición efectuada en la plataforma de Change.org (https://lc.cx/gRdfsV) coseche apoyos para que llegue a nuestros legisladores y se dispense un trato más respetuoso, paciente y humano a mucha gente.