Un agente inmobiliario, Mike Fabbri, todavía recuerda el frío que sintió al abrir la puerta de un departamento cerca de Washington Square Park, en Manhattan.

Su clienta, una planificadora de medios de unos 20 años, buscaba un departamento tranquilo de una habitación en Greenwich Village. Entró y salió inmediatamente. “Dijo: ‘Me parece bien un fantasma simpático, pero sentí una energía muy maligna en ese lugar’”, recordó Fabbri.

Él se solidarizó. “Le dije: ‘Sabés, hay cosas que se pueden cambiar en un departamento, como el papel de las paredes. Pero no se puede cambiar un espíritu maligno o un demonio sin sacerdotes. Sigamos adelante’”.

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Fabbri la ayudó a encontrar lo que él llamó una unidad “encantadora” en una cooperativa de antes de la guerra. Sin fantasmas.

Las casas embrujadas, si se cree en ellas, pueden ser problemáticas para los agentes inmobiliarios. El New York Times habló con agentes que aceptaron lo macabro o al menos aprendieron a desenvolverse en él, ya sea como creyentes o como simpatizantes.

Son el tipo de agentes que confiesan a los posibles compradores que algo podría andar mal, un reconocimiento al que muchos agentes no están necesariamente obligados. Según un análisis de las leyes estatales realizado por Zillow en 2023, solo Massachusetts, Minnesota, Nueva Jersey y Nueva York exigen que los agentes revelen las sospechas de presencia de fantasmas o actividad paranormal.

Algunas casas consideradas “estigmatizadas” son el escenario de horripilantes asesinatos u operaciones criminales. En otras se dice que albergan fantasmas. Los rumores no siempre son solo rumores, según la experiencia de Cindi Hagley , una agente inmobiliaria en el área de la Bahía de San Francisco.

“Intento revelar todo”, dijo Hagley.

La Sra. Hagley, que dice haber crecido en Rome, Ohio, en una casa embrujada por una presencia sombría, es considerada una especie de experta en la venta de casas con presencias espectrales. Entre sus especialidades enumeradas en línea se encuentran los “atletas profesionales” y, por supuesto, los “hogares estigmatizados”.

Según ella, agentes asustados de todo el país la han llamado para consultas. Dijo que la llamaron para que les diera orientación sobre una casa de cinco habitaciones en el barrio de Los Feliz en Los Ángeles. La casa, famosa por un espantoso asesinato en 1959, ha cambiado de dueño a lo largo de las décadas. Está vacía debido a lo que Hagley llama su “energía oscura”.

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Cuando una situación es demasiado para manejar, llama a Mark Nelson, un psíquico de Carolina del Norte.

“Hablará con el espíritu y hará lo que sea necesario para averiguar por qué está allí”, dijo. “Tal vez no sepa que está muerto y necesite ayuda para cruzar al otro lado”.

Intenta abrirles un camino amable. El señor Nelson no realiza exorcismos, pero a veces es necesario quemar salvia y rociar con agua bendita. “Puede ayudar a expulsar a los espíritus negativos”, dijo.

La Sra. Hagley cree firmemente en las tácticas de Nelson y en los resultados. “Sé que parece una locura”, dijo, “pero confío en él al cien por cien”.

La mayoría de los agentes simplemente actúan por su cuenta.

Fabbri se basa en sus experiencias personales: “Desde la infancia me fascina lo paranormal”, afirma.

Su casa de vacaciones en Litchfield, Connecticut, tiene espíritus, unos espíritus benévolos, dijo. Lo mismo ocurre con su apartamento en el barrio de Gramercy, añadió.

Fabbri está preparado para la energía fantasmal, en particular en el barrio histórico de Nueva York. El hecho de que el departamento donde ayudó a su cliente a marcharse estuviera embrujado no fue una sorpresa, dijo. “Porque es una parte antigua de la ciudad”, dijo Fabbri. “Hay cuerpos enterrados por todo el parque Washington Square”.

Otros agentes son más escépticos, pero han tenido encuentros que les han hecho pensarlo dos veces.

Julie Brown, una agente del condado de Marshall, Alabama, vendió recientemente una casa a una pareja que se había mudado del noreste. “Inmediatamente después de comprarla, llamaron y dijeron: ‘Hay un perrito marrón bailando todas las noches en la sala de estar’”, dijo. La pareja no sabía que la esposa del vendedor, que había fallecido recientemente, tenía un perrito marrón que también había muerto recientemente.

Ahora ya no está tan dispuesta a descartarlos como engaños. “Todavía no sé si creo en fantasmas, pero tal vez sí”, dijo Brown.

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Jennifer Stauter, una agente inmobiliaria de Wisconsin, recordó cómo puso en venta una casa cuyos dueños mencionaron que estaba embrujada por un fantasma al que le gustaba hacer llamadas telefónicas. En una jornada de puertas abiertas, escuchó ruidos de golpes que provenían del sótano. Luego, el teléfono fijo sonó tres veces y solo se oía estática en el otro extremo.

“Si me dices que tu casa está embrujada, no voy a decir que estás loco”, dijo.

En Bensalem, Pensilvania, Scott Geller vendió dos veces lo que cree que puede ser una casa embrujada en su propio vecindario: primero a una mujer que le dijo que sintió una frialdad extraña en el dormitorio delantero y años después a un hombre que se detuvo a charlar con su esposa en la calle. “Él le describió exactamente lo mismo”, dijo Geller.

Antes, “cuando la gente me hablaba de luces parpadeantes o puntos fríos, yo decía: ‘Está bien, llama a un electricista o a un técnico en calefacción, ventilación y aire acondicionado’”, dijo Geller.

“Todavía duda mucho de que existan fantasmas, pero creo que podría estar pasando algo, algún tipo de energía espiritual que queda atrás”, concluyó.