Este martes al mediodía, el presidente Javier Milei -en compañía de Zulemita y Eduardo Menem- inauguró en Casa Rosada el busto del expresidente Carlos Saúl Menem. La escultura se sumó a las de los demás jefes de Estado en la Galería de Bustos Presidenciales, espacio ubicado en el interior de la sede del Poder Ejecutivo. El oficialismo decidió llevar a cabo la ceremonia este 14 de mayo debido a que se cumplen 35 años del triunfo electoral de Menem en 1989.

Al igual que los demás monumentos confeccionados, el del riojano está hecho de mármol carrara -tanto su imagen y vestimenta como la base-, un tipo de material apreciado en el mundo por su blancura, pulcritud y grano de fino de aspecto harinoso. El busto de Menem fue colocado al lado del de Bartolomé Mitre (1862-1868), a pocos metros del ingreso a la explanada y está rodeado por los de Carlos Pellegrini, Domingo Sarmiento y Julio Argentino Roca.

Uno de los detalles que hace que la escultura destaque de las de sus pares es que Menem fue retratado con una sonrisa de oreja a oreja.

La ubicación de la estatua tampoco es un dato menor: el lugar donde fue apostada rompe con lo dispuesto por el decreto 1872/2006, impulsado por el difunto expresidente Néstor Kirchner, que establecía que “los bustos escultóricos de los ciudadanos que desempeñaron el cargo de Presidente de la Nación, deben ser situados en la Galería de Bustos en orden cronológico correspondientes”. Junto a ello, establecía retirar esculturas de jefes de Estado no constitucionales.

Los primeros bustos presidenciales fueron realizados entre 1883 y 1884, por encargo de Julio Argentino Roca. Hasta el día de la fecha, los únicos monumentos ausentes en la galería de la Casa Rosada son los de Isabel Martínez de Perón, Fernando de la Rúa y Cristina Fernández de Kirchner.

El testimonio de Zulemita, Eduardo y Javier Milei en Casa Rosada

La primera en hablar durante la ceremonia conmemorativa fue la hija del fallecido expresidente. “Como hija de Carlos Menem me siento honrada después de haberlo acompañado durante su ejercicio de la presidencia desde mi infancia”, relató a lo largo de su breve alocución.

Además de destacar la personalidad del exjefe de Estado, Zulemita apuntó contra aquellos que lo critican. “Su nombre fue sometido por muchos a expresiones descarnadas y hasta injuriosas a las que él nunca contestó”, lanzó, mientras que elogió la postura de Menem de no responder a agravios: “Aprendí de sus silencios”.

“Aquellos que pusieron sus mayores esmeros en humillarlo no pueden negar la transformación que trajo a nuestro país, la modernización e inclusión en el mundo durante su gobierno, que desde ese momento no se han repetido”, afirmó, antes de cederle la palabra al exsenador Eduardo Menem.

Menem agradeció a Milei y a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, por el “gesto” de colocar el busto. No se privó de criticas a los gobiernos anteriores, al afirmar que “tendría que haber sido puesto antes”, y atribuyó esa demora a la “mezquindad política”.

“Acá está toda la familia, sus amigos, excolaboradores, a todos ellos les doy mi agradecimiento. Fue mi mejor amigo, mi guía en la política. Era un fiel creyente de la democracia. Toda su trayectoria se desarrolló siguiendo ese fundamental principio. Nunca ocupó un cargo que no haya sido voluntad del pueblo. Ejercía humildad social. Era amante de la paz”, agregó Eduardo, quien se extendió por casi treinta minutos ensalzando la labor de su hermano.

El líder de La Libertad Avanza (LLA) fue el encargado de cerrar la terna de oradores. “Un día como hoy, hace 35 años, este hombre que estamos reivindicado, fue electo presidente de la Nación. Por eso elegimos esta fecha para hacerle un homenaje y colocar su busto en el lugar que corresponde”, dijo al comenzar.

Emocionado, con la voz cascada en varias oportunidades, Milei trazó una biografía política del homenajeado, siempre en clave del presente. “Era capitalista, venía del sector privado, sabía ganarse la vida sirviendo al prójimo, sirviendo bienes de mejor calidad a mejor precio”, afirmó al recordar a Menem. Recordó la prisión a la que lo sometió el gobierno militar entre 1976 y 1981, y el dictado de los indultos a los jefes de la última dictadura, que incluyó a Albano Harguindeguy, el entonces ministro del Interior que “le prohibió ver a su madre antes de que ella falleciera cuando estuvo detenido”. También resaltó que Menem “fue a internas en su partido y en 1973 fue elegido gobernador. Tal vez sea el detalle que más lo distingue a Menem respecto al 99% de los políticos de esa época”, elogió.

Enfático, el Presidente avaló los indultos que Menem dictara durante su primera presidencia, y que benefició tanto a militares que habían participado de la última dictadura como a los jefes guerrilleros. “Tomó la decisión de pacificar a la Argentina a través de numerosos indultos a militares y a guerrilleros”, sostuvo. “Eso le costó a Menem peleas familiares porque estaba indultando a quien le había impedido despedir a su madre. Dijo que lo más importante era pacificar a la Argentina, más importante que las cuestiones personales. Ese era Menem”, aseveró Milei, acompañado por buena parte de su gabinete. Mientras elogiaba al ex presidente, Milei se permitió alguna referencia concreta a su gestión, como cuando afirmó: “A la inflación le estamos ganando, así que quédense tranquilos”.

“De esta manera estamos reconociendo su liderazgo, su trayectoria política y sus gobiernos. Entregó a su sucesor un país ordenado. Logró ubicar a la Argentina en los protagonistas emergentes, modernizó las instituciones a través de la reforma constitucional . Nos inspiró a quienes creemos en la libertad a seguir su ejemplo. Por todo esto hoy estamos haciendo un homenaje al mejor presidente de los últimos 40 años, al menos”, completó el mandatario.