Las largas jornadas, las exigencias crecientes y la falta de recursos para manejar el estrés han transformado el agotamiento en un fenómeno generalizado que, además de preponderar en el mundo, se alza en la Argentina como una realidad alarmante.

A medida que los desafíos económicos y sociales presionan a los trabajadores en todos los sectores, el desgaste emocional y físico –conocido como burnout– se convierte en una constante, con consecuencias que, más allá del individuo, afectan la productividad y el desarrollo del país.

Según pone de manifiesto el estudio Burnout 2024 de Bumeran. el 91% de las personas trabajadoras en la Argentina afirma estar “quemada” o experimentar el síndrome de burnout. La cifra muestra una disminución de 3 puntos porcentuales respecto del 94% reportado en 2023.

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“Por primera vez, tanto las personas trabajadoras como los especialistas en recursos humanos coinciden en la magnitud del agotamiento laboral. En 9 de cada 10 organizaciones de la Argentina el burnout ya no es solo una percepción individual sino una realidad organizacional”, declaró Federico Barni, CEO de Jobint. Sucesivamente añadió: “La cuestión ahora es plantearnos qué podemos hacer desde las instituciones para promover el bienestar de los talentos”.

El estudio, del que participaron 5899 personas trabajadoras y especialistas en recursos humanos de Argentina, Chile, Ecuador, Panamá y Perú, invita a replantear las políticas empresariales y de salud mental, proponiendo estrategias que permitan preservar la buena calidad de vida de quienes sostienen el crecimiento del país.

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Del total de la población estudiada, se concluyó que Argentina es el país de la región en el que más talentos tienen burnout (91%). Y por detrás se ubican: Chile, con un 89%; Panamá, con 88%; Perú con 82%; y, por último, Ecuador, con 78%.

La información revelada no es del todo sorprendente dado que el dato se repite por tercer año consecutivo. El año pasado la Argentina también ocupaba el primer lugar, pero con el 94% y, en 2022, con el 86%.

De las experiencias negativas más comunes que citaron los talentos durante el último año laboral, la mayoría hace mención del estrés, de niveles de cansancio anormales por una carga de trabajo excesiva, la dificultad de encontrar tiempo para uno mismo y la imposibilidad de desconectarse del trabajo.

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Sintomatología recurrente

Cuando se les consultó respecto de cuáles eran puntualmente las sensaciones que experimentaban para identificar el burnout, los participantes señalaron las siguientes:

Falta de energíaAgotamiento extremoNegativismo o cinismo hacia el trabajoDisminución en la eficacia laboral

Las cifras reveladas ponen en el centro de la escena las estrategias de combate que emplean los afectados para paliar el malestar. “A pesar de que un 91% de las personas trabajadoras afirma sentirse quemada, el 23% no realiza ninguna actividad para sentirse mejor y el 4% no piensa hacer nada para mitigar el agotamiento”, se expresa en el escrito. Sin embargo, la mayoría, el 77% sí realiza actividades para prevenir o disminuir el estrés laboral.

Un 35% manifestó hacer ejercicio físico, como ir al gimnasio, y prácticas de relajación, como el yoga para alejarse de la monotonía del agotamiento laboral. Los restantes enumeraron actividades que los desconecten de la rutina como leer, mirar series, mantener el contacto con los seres queridos, desconectar los dispositivos de trabajo luego del horario laboral y mantener una rutina diaria que ayude a disminuir la incertidumbre.

Respecto de si los talentos se acercan al área de recursos humanos para manifestar su malestar, el 56% de los especialistas respondió que sí, mientras que un 44% asegura que nunca lo hicieron.

Por último, se destacan como posibles estrategias de afrontamiento a la problemática la flexibilidad en horarios y modalidades de trabajo, la importancia de programas de incentivos y reconocimiento; y los programas de bienestar emocional y mental.