“Acá no hay crimen perfecto”. Maestra de día, trabajadora sexual de noche: comenzó el juicio, pero el cuerpo sigue sin aparecer
CÓRDOBA.- “Acá no hay crimen perfecto. Parecía que iba a ser el crimen perfecto y no fue así”, afirmó. “Consumó el asesinato de mi hija y la quiso hacer desaparecer. Nos destrozó la vi...
CÓRDOBA.- “Acá no hay crimen perfecto. Parecía que iba a ser el crimen perfecto y no fue así”, afirmó. “Consumó el asesinato de mi hija y la quiso hacer desaparecer. Nos destrozó la vida”, insistió. Así resumió su bronca y su dolor Carlos, el padre de Anahí Bulnes, la maestra de 36 años que desapareció el 5 de diciembre del 2022 y que se presume que fue asesinada por Santiago Campos Matos, un hombre con quien aquella noche tuvo un encuentro sexual a cambio de dinero. Comenzó el juicio en su contra, acusado por homicidio calificado por mediar violencia de género. La clave para develar la autoría del femicidio fueron las pruebas de ADN.
La fiscal de Instrucción, Eugenia Pérez Moreno, planteó que se trató de un crimen de odio hacia la mujer, evaluando la asimetría de poder entre ambos y la vulnerabilidad de la víctima, que ejercía el trabajo sexual. Tomó como antecedente otra causa en la que se estableció que, aunque no hubiera vínculo de pareja o amoroso entre ambos, su posición como trabajadora sexual la exponía en una relación de asimetría ante el agresor.
El proceso se lleva adelante desde este martes en la Cámara Sexta del Crimen de la ciudad de Córdoba. En el arranque del juicio, el acusado se negó a declarar sobre el caso: solo respondió las preguntas relacionadas con su vida y su filiación. De chico vivió en Traslasierra; a los 19 fue internado por problemas de adicciones; se mudó a la capital provincial, donde estuvo en pareja 16 años, y de esa unión es padre de dos hijas. En diciembre de 2022, cuando ocurrió el crimen, trabajaba como ayudante de cocina.
Bulnes era maestra municipal en esta ciudad. En diciembre su familia realizó la denuncia por su desaparición; fue buscada intensa e infructuosamente durante tres semanas; una cámara de seguridad permitió llegar hasta Campos Matos. Las imágenes mostraban a la mujer ingresando en su casa en el centro cordobés, donde los investigadores detectaron rastros de sangre y hallaron ropa femenina.
Ambos se encontraron a las 1.23 del 5 de diciembre, a pocas cuadras del lugar donde vivía el hombre, y después ingresaron en su departamento. Cuando los allanaron, además de hallar restos de sangre en el lugar encontraron libros y elementos vinculados a la magia negra, espiritismo y descuartizamiento de cuerpos humanos; también había cuadros y grafitis sobre esas temáticas, armas blancas y una amoladora.
En el perfil de Facebook de Campos Matos hay posteos ligados al canibalismo y representaciones gráficas donde personajes mitológicos prueban carne humana que está cocinando. También aparecía una representación del diablo junto a siluetas humanas sin rostro, y el dibujo de una niña con manchas de sangre y la leyenda Keep it brutal (”mantenlo brutal”, una consigna clásica de death metal). En un viejo escrito se leía “mi deseo de vivir es verte con dolor a morir”.
Había sido detenido en noviembre de 2021 por intento de abuso sexual de cuatro niñas de entre 10 y 11 años, amigas de sus hijas, que habían ido a su casa a una “pijamada”. Campos Matos ingresó alcoholizado a la vivienda e intentó agredirlas.
Anahí Bulnes, en tanto, había tenido tres parejas y había sufrido violencia de género. El padre de sus dos hijas mayores ejercía violencia física y psicológica sobre ella y el de la tercera también, motivo por el cual tuvo un botón antipánico. Según sus familiares, su último novio la “controlaba todo el tiempo”.
“Que se haga la justicia, que se debe hacer, porque Anahí ya no va a volver más; queremos que la justicia caiga con todo el peso contra quien ha hecho esto”, dijo el padre de la víctima en la audiencia, sentado a metros del acusado del femicidio.