Tres integrantes de una banda especializada en el robo de hoteles de la ciudad de Buenos Aires fueron arrestados tras una investigación de la Policía de la Ciudad.

Su modus operandi se repitió en al menos cinco hospedajes que asaltaron. Arribaban en moto durante horas de la noche. Los dos ladrones se bajaban, uno de ellos entraba y, a mano armada, le pedía la recaudación al recepcionista de turno mientras que el cómplice le sostenía abierta la puerta corrediza del ingreso principal, haciendo de campana.

Los delincuentes no previeron que sus andanzas tendrían los días contados por una serie de “errores no forzados”. En los robos, el que portaba el arma usaba siempre el mismo calzado: unas zapatillas rojas.

Además, otro siempre utilizaba sus manos descubiertas para sostener abiertas las puertas de vidrio corredizas, por lo que dejaba sus huellas dactilares marcadas.

Personal de la División Investigaciones Comunales 1 Sur, de la División de Análisis de Extracción de Imágenes y de la Policía Científica analizaron imágenes, recopilaron pruebas y estudiaron la evidencia para atar cabos y atrapar a los ladrones.

La investigación comenzó el 16 de febrero pasado tras una denuncia de robo en un hotel situado en Montevideo y Bartolomé Mitre, donde, según los testigos, un hombre con casco ingresó a punta de pistola y sustrajo dinero en efectivo, un celular, y un reloj, antes de huir en una moto.

Tres días después se produjo otro robo a dos cuadras de distancia, en Bartolomé Mitre al 1200; de las imágenes se desprendía que la modalidad era la misma. Hechos similares se repitieron a principios de marzo en el mismo hotel del primer caso y en otro ubicado en Hipólito Yrigoyen al 1500. Todo en un radio de seis cuadras en el barrio de San Nicolás.

A través del cotejo de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, tanto públicas como privadas, los investigadores pudieron establecer que uno de los delincuentes llegaba al hotel y analizaba los movimientos, tras lo cual arribaba en moto el cómplice, siempre con el casco puesto, se bajaba del rodado, ingresaba armado al hotel, mientras su compañero quedaba de campana, huyendo luego ambos en el rodado.

Pero hubo un detalle que observó la División de Análisis de Extracción de Imágenes: el ladrón que conducía la moto tenía siempre puestas zapatillas rojas. Otro dato clave fue que, en uno de los robos, uno de los delincuentes apoyó su mano en el vidrio de la puerta de acceso para evitar que se cerrara. Esa imagen hizo que se convocara a la Policía Científica para que procediera al levantamiento de rastros en el lugar, dando con la huella dactilar del delincuente.

Gracias a las cámaras de la Ciudad fue que pudo determinarse el recorrido que hacían los delincuentes en su huida; su derrotero culminaba en Luis Sáenz Peña, entre Pavón y Constitución.

Las tareas de campo de los investigadores determinaron que el chofer de la moto residía en una casa de esa cuadra. Montaron una vigilancia discreta que dio resultado el 7 de marzo, cuando el morador de la vivienda salió y subió a la moto estacionada en la vereda.

Lo requisaron. La policía comprobó que el sospechoso no tenía armas, pero sí una mochila donde guardaba elementos sustraídos, una picana eléctrica disimulada en forma de linterna –que fue utilizada en uno de los robos– y, sobre todo, se advirtió que llevaba puestas las zapatillas rojas que se habían visto en los videos.

El hombre quedó detenido, a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°44.

Tras la detención del primer delincuente, la División Papiloscopía y Patronímica de la Superintendencia de Científica de la Policía de la Ciudad dio con un resultado positivo para el cotejo de la huella dactilar encontrada en la puerta del hotel. Pertenecía a un ladrón con un vasto prontuario.

Lo arrestaron en la vía pública el 25 de marzo. El sospechoso estaba acompañado por otro hombre que resultó estar involucrado en un otro robo anterior en uno de esos hospedajes, en enero. El personal de la División Investigaciones Comunales 1 lo puso a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°48, que intervino en ese caso.

En una serie de allanamientos fue incautada una réplica de pistola tipo calibre 45 con mango de color madera, que, al cotejarla con los videos, se trataba de la utilizada para realizar los atracos.

El total de lo secuestrado fueron 45.000 pesos, celulares de víctimas, la réplica de pistola, una notebook, un par de auriculares bluetooth y ropa presuntamente utilizada en uno de los robos.