Liderar la repoblación del microcentro es, nada menos, la meta que se impuso el consorcio que encabeza el grupo IRSA y que acaba de anunciar el lanzamiento del edificio Mercado del Plata, el mayor proyecto inmobiliario -en cantidad de unidades que saldrán a la venta- de la ciudad de Buenos Aires.

La iniciativa contempla la puesta en valor del viejo Mercado del Plata que funcionó durante varias décadas -como oficinas municipales y tribunales contravencionales- a metros del Obelisco, en la manzana conformada por Sarmiento, Carlos Pellegrini, Perón y el Pasaje Carabelas.

Apertura internacional: cómo impacta en la economía la baja del riesgo país

El proyecto, que fue presentando formalmente hoy, reunirá más de 700 departamentos -en su mayoría, unidades pequeñas, apuntando a un público de clase media, con un valor del metro cuadrado que partirá de los 3000 dólares y el atractivo del financiamiento del Banco Hipotecario, que otorgará créditos hipotecarios por hasta el 80% del valor de los departamentos.

Detrás del emprendimiento se encuentra un consorcio integrado por IRSA, el propio Banco Hipotecario y la cadena de supermercados Coto. La inversión en el proyecto ronda los US$100 millones.

“Estamos muy contentos con nuestra iniciativa y del hecho que se haya conformado un fideicomiso que reúne a lo mejor del mercado inmobiliario para llevar a cabo un proyecto que, confiamos, será el puntapié inicial para la transformación del microcentro”, dijo Jorge Cruces, CIO de IRSA. “Además de la obra, el proyecto prevé la recuperación plena del entorno del Edificio del Plata, incluido el Pasaje Carabelas”, agregó.

En IRSA destacaron que el edificio contará con amenities, como una pileta cubierta y otra al aire libre ubicada en la terraza, con bordes infinitos y vista al Obelisco, gimnasio, health center, un área de coworking, sala de reuniones, salón de usos múltiples, rooftop bar de acceso libre a una de las vistas más emblemáticas de la ciudad, preconexión para auto eléctrico en cada cochera, guarda bicicletas y bauleras. Además, tendrá una apuesta muy grande por la gastronomía. “La planta baja ofrecerá diversas propuestas culinarias para disfrutar al aire libre. Integrado con el Pasaje Carabelas, va a sumar un área verde a la ciudad, promoviendo el esparcimiento y la interacción comunitaria”, explicaron en la desarrolladora.