Verano 2025: las fotos de Mery del Cerro y Flor de la V disfrutando de la playa de José Ignacio con sus familias
Como cada verano, María del Cerro (39) se instaló con su marido, el DJ Meme Bouquet (40), y sus hijas, Mila (9) y Cala (4), en José Ignacio, donde tanto ella como él combinan descanso, placer y...
Como cada verano, María del Cerro (39) se instaló con su marido, el DJ Meme Bouquet (40), y sus hijas, Mila (9) y Cala (4), en José Ignacio, donde tanto ella como él combinan descanso, placer y trabajo. Fashionista y fan de los accesorios, Mery llegó a la playa Brava de José Ignacio con sus herederas, vestida con look de exploradora y su bikini debajo, pero se dejó tentar por el perchero de una vendedora ambulante. Después de probarse varias prendas parada en la arena y mirándose en un pequeño espejo, optó por un maxichemise blanco que destacaba su cuerpazo, un sombrero de ala decorado con rosas y una sombrilla a juego. La compra entusiasmó muchísimo a Mila y Cala, quienes, al igual que su mamá, aman la moda. Hace unos días, la familia se despidió de Uruguay y puso rumbo a la costa argentina, donde harán paradas en Pinamar y Mar del Plata –Meme tiene varios compromisos profesionales que cumplir– para completar un verano soñado.
DESCANSO EN FAMILIA
Después de un fin de año difícil –tras varias temporadas encabezando el equipo de Intrusos se enteró por los medios que había sido desvinculada del ciclo–, Flor de la V (49) armó las valijas y partió a Punta del Este con su marido, Pablo Goycochea (49), y sus hijos, los mellizos Isabella y Paul (13), dispuesta a poner distancia con la polémica mediática, disfrutar del verano con los suyos y arrancar el 2025 sin estrés. Y así la captaron los fotógrafos en La Brava de José Ignacio, donde la familia protagonizó escenas cargadas de amor y complicidad tanto en la playa como en el agua. Siempre con anteojos de sol, la actriz y conductora se hizo tiempo para jugar con sus hijos entre risas, compartir confesiones con su heredera, tan fashionista como mamá, y regalarse algunos paseos por la orilla del mar con Pablo, tomados de la mano y arrullados por las olas. Fueron días de relax y sosiego, en los que Flor pudo descansar, divertirse y recargar pilas gracias al cariño incondicional de sus tres amores.