Una propuesta mendocina amigable con el medioambiente
Familia Salas Organic Estate, fundada en 2008 como un emprendimiento familiar, comenzó cuando los padres de Ramiro Salas adquirieron un terreno virgen en el departamento de Maipú, Mendoza, donde ...
Familia Salas Organic Estate, fundada en 2008 como un emprendimiento familiar, comenzó cuando los padres de Ramiro Salas adquirieron un terreno virgen en el departamento de Maipú, Mendoza, donde plantaron viñedos de malbec orgánico. Diez años después, lograron cumplir el sueño de elaborar sus propios vinos. “Como mendocinos, mi familia y yo nos conectamos con el mundo del vino por nuestra afinidad con las actividades rurales y por vivir en una provincia impregnada de vitivinicultura. Sin embargo, ninguno de los miembros de mi familia tiene formación específica en enología o agronomía. Mi mamá es maestra jardinera y mi papá es farmacéutico, pero siempre tuvimos una conexión con el campo”, cuenta Salas, fundador de Familia Salas Organic Estate y creador de Malbecino Organic Wines, una línea que se dedica por completo al Malbec.
La familia tiene profundas raíces en Mendoza, y el interés por la vitivinicultura surgió naturalmente en un entorno donde el vino es parte de la cultura. El compromiso de la familia con el medioambiente y la producción orgánica ha sido un motor constante en su proyecto, y hoy la bodega produce más de 40.000 botellas anuales.
“La apuesta por lo orgánico no es solo una estrategia comercial, sino una convicción. Mi familia y yo creemos firmemente en la protección del medio ambiente, lo que se refleja en todas las etapas de la producción”, explica. Señala que “el proyecto fue concebido para ofrecer un diferencial en el mercado, apostando a una filosofía de respeto por la naturaleza que resuena tanto con consumidores como con otros productores. Somos una bodega completamente certificada como orgánica y vegana, de gestión familiar, enfocada en el malbec en todas sus variantes, con la sustentabilidad y el respeto por el medioambiente como pilares fundamentales”, comenta.
“Nuestro distintivo es, precisamente, el compromiso con lo orgánico, una convicción que en mi familia compartimos sobre la protección del entorno natural. Al mismo tiempo, entendimos que esta filosofía también era valorada por muchos productores y consumidores, lo que nos permitió ser más competitivos al optar por un proyecto orgánico, sobre todo considerando la limitada extensión de tierra en la que trabajamos”, agrega Salas. “Creemos firmemente que la demanda de productos libres de químicos y con un enfoque ambiental no es una moda pasajera, sino un estilo de vida y de consumo que seguirá creciendo. Además, es un hecho que las uvas cultivadas de manera orgánica tienen una calidad superior y los vinos que se producen a partir de ellas son más expresivos y reflejan mejor el terroir”,
En 2021 realizaron una inversión significativa en un sistema de riego. Pasaron de un riego superficial por surcos a un riego por goteo, diseñado específicamente para optimizar el uso del agua, un recurso cada vez más escaso en Mendoza. “Este cambio nos ha permitido mejorar nuestra eficiencia y reducir el impacto ambiental, alineándonos con las demandas de un mercado que exige un compromiso genuino con el medio ambiente”, comenta Salas. En un mercado donde los consumidores valoran cada vez más la trazabilidad y la responsabilidad medioambiental, esta propuesta encuentra un público que busca productos elaborados sin químicos, con prácticas sustentables. Esta tendencia, impulsada en gran medida por jóvenes consumidores, está en auge y ha impulsado a la bodega a buscar la mejor relación precio calidad en sus vinos.
En 2024, la bodega inauguró la Pulpería, una sala de degustación de estilo antiguo donde los visitantes pueden conocer de cerca los vinos orgánicos de la familia. Además, está por lanzar el vino “Del Patró”, del cual solo se elaborarán 1000 botellas. Este vino, un malbec orgánico con más de 12 meses en barrica y 18 meses en botella, saldrá a la venta a finales de 2024, exclusivamente en la bodega.
Proyección internacionalLa familia tiene claro que su camino está en el mercado internacional. Las negociaciones con Brasil y Alemania no tardaron en llegar y reflejan una estrategia de expansión bien planificada, donde la bodega se concentra en crear vínculos a largo plazo con los socios adecuados.
“Creemos que este es el camino”, afirma Salas, quien también subraya la importancia de entender las particularidades de cada mercado antes de lanzarse a grandes volúmenes de exportación. Sus destinos de exportación son Estados Unidos , Brasil y Alemania. Muchas de sus exportaciones salen por Chile, ya que para algunos países es más conveniente esa ruta y además es más económico en materia de tasas portuarias, en comparación con el Puerto Buenos Aires.