Un memo para cambiar el futuro
Las experiencias del presente suelen ser más vívidas que un recuerdo lejano. Apenas pasa algo, positivo o todo lo contrario, experimentamos emociones fuertes que nos invitan a la acción. Pero a ...
Las experiencias del presente suelen ser más vívidas que un recuerdo lejano. Apenas pasa algo, positivo o todo lo contrario, experimentamos emociones fuertes que nos invitan a la acción. Pero a medida que ese evento se aleja en el tiempo, también nuestro registro de él y de lo que sentimos. Como resultado, podemos tomar decisiones en el futuro sin tener en cuenta lo que sentimos la última vez que estuvimos en una situación similar. Bajemos lo abstracto a ejemplos: veo en Instagram que un conocido está en un recital de un artista que me encanta y yo ni siquiera tenía idea de que tocaba en la Argentina. Le hago un comentario y tengo la suerte de que una baja de último momento me permite correr al show. Mientras estoy feliz cantando pienso que es la última vez que se me pasa un recital, que tendré las giras y fechas anotadas para no perderme eso que tanto me gusta nunca más. Luego del show entro en la vorágine cotidiana y olvido ver los próximos recitales del año. O, por la negativa: una persona cercana y querida se contagia de dengue y pasa una semana tenebrosa. Mientras lo veo luchando con la enfermedad me digo varias veces al día que no quiero pasar por eso jamás y que me daré la vacuna pronto y que voy a maximizar los esfuerzos de prevención. Pero luego, el tiempo pasa, esa persona se recupera, y lo olvido. No me cuido, ni saco el turno para vacunarme.
Del dónde al cómo, el nuevo desafío del trabajo híbrido
Aprendí esta semana un truco sencillo pero genial de Seth Godin, autor de más de 30 libros y creativo, (uno de mis favoritos de todos los tiempos), que puede servirnos para anticiparnos a nuestras acciones. De hecho, puede ayudarnos a cambiarlas. Su consejo es este: dejarnos memos a nuestro yo del futuro, marcar nuestros calendarios para que esas cosas que vivimos (y lo que sentimos con ellas) estén vivos y nos impulsen a hacer algo. Él dice “¿Saliste del trabajo una hora antes para pasar tiempo con amigos en lugar de quedarte dando vueltas? Tomá algunas fotografías y agregalas al recordatorio en el calendario para dentro de dos meses, una forma útil de salir de la rutina laboral diaria y celebrar esas amistades que nos reenergizan. Otra que aconseja Godin: la próxima vez que el frío y la lluvia no te hayan ganado y hayas salido a caminar o entrenar al aire libre, escribite una nota para la próxima semana, recordándote lo bueno que fue levantarte y salir y cómo te sentiste apenas volviste de hacerlo. La propuesta no es un diario que se guarda en una estantería y se olvida. Es un memo que te envías a vos mismo en el futuro y que te asalta en la rutina, como un aviso importante que salta de tu calendario para cortar con la inercia. Nos guste o no, el futuro se va a desarrollar con o sin nosotros indefectiblemente. Pero eso no significa que no podamos orientarlo o incluso torcerlo un poquito en una dirección que nos sea útil.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/un-memo-para-cambiar-el-futuro-nid25012025/