Con vista al Cristo Redentor y la laguna Rodrigo Freitas, un diseño contemporáneo que incluye piezas de destacados creadores brasileños y espacios generosos equipados con el mobiliario justo: así es este departamento ubicado en el barrio de Ipanema, en Río de Janeiro, que renovó por completo el estudio Diego Raposo + Arquitetos.

A los dueños les interesaba tener áreas espaciosas, en las que no se sintieran como en un departamento típico, si no con una atmósfera similar a una casa, con máximo comfort

Arq. Diego Raposo, director del estudio Diego Raposo + Arquitetos

Con morro de fondo

Originalmente, el departamento tenía dos plantas. Como uno de los pedidos esenciales de los dueños de casa era contar con una terraza amplia, el estudio propuso crecer hacia arriba con una tercera planta.

“Los dueños de casa querían un espacio informal con una vibra de Río de Janeiro, un lugar en el que disfrutar los días de verano y en el que organizar comidas con amigos. Desde el principio, imaginamos un espacio completamente abierto; a los clientes les encantó la idea y abrazaron el concepto de tener un comedor al aire libre”, cuenta Raposo. Para construir la nueva terraza, trabajaron junto a una firma de ingeniería para reforzar la estructura y que pudiera soportar el nivel adicional.

“La ducha exterior es particularmente útil por el clima de la ciudad, y optamos por un equipamiento mínimo para maximizar el espacio para recibir amigos”

Espíritu cinco estrellas

“Otro de los pedidos de los clientes fue tener un baño en la habitación principal que se sintiera como una suite de hotel o un spa”, cuenta Raposo. Una de las grandes decisiones fue revestir el área de la ducha en piedra natural.

“Además de elegir materiales naturales, priorizamos las piezas de grandes nombres del diseño brasileño, que integramos en todos los ambientes”

Repensar los espacios

“A lo largo de los dos años que duró el proyecto, exploramos varias disposiciones para los ambientes. Al final, decidimos conservar el living, la cocina y el lavadero en la primera planta, ubicar las tres habitaciones en la segunda y reservar la tercera para la terraza”, explica el arquitecto. Otro desafío fue alinear los tiempos y fases de la obra con los dueños de casa, que ya vivían en la propiedad.

“Admiro especialmente la escalera helicoidal: más allá de su función de ahorro de espacio, sirve como un elemento espectacular que conecta todos los pisos, convirtiéndose en un punto focal del diseño”, cuenta el arquitecto.

En la primera planta, crearon diferentes sectores de ocio y socialización: en el mismo ambiente se enlazan una sala de TV, rincones de lectura, el living y el comedor.

El living, inicialmente más pequeño, ganó metros gracias a la reforma. Entendiendo que el espacio debía ser dinámico, se eligió un sillón-isla al centro del ambiente que pudiera funcionar en el sector de televisión y el living en simultáneo. Dos sillones individuales ‘N Armchair’, diseñados por José Zanine Caldas en 1954, se combinan con el banco ‘Mocho’ creado por Sergio Rodrigues , unos taburetes firmados por Fernando Mendes.

“Nos esforzamos por lograr un enfoque purista, eliminando el desorden visual, ya sea mediante carpintería a medida o la creación de ‘vacíos’ espaciales”

Para la cocina, idearon una conexión semi abierta gracias a un cerramiento panelable: puede cerrarse o estar a la vista, según la ocasión.