KIEV.- Apenas unos días después de que Estados Unidos y otros aliados europeos concedieran permiso a Ucrania para disparar armas de su fabricación contra territorio ruso, Kiev atacó una instalación militar sobre la frontera con un sistema de artillería de fabricación estadounidense.

Yehor Chernev, vicepresidente de la comisión de seguridad nacional, defensa e inteligencia del Parlamento ucraniano, declaró el martes que las fuerzas ucranianas habían destruido lanzamisiles rusos con un ataque en la región de Belgorod, a unos 30 kilómetros dentro de Rusia. Las fuerzas ucranianas utilizaron un sistema de cohetes de artillería de alta movilidad, o Himars, dijo.

Era la primera vez que un funcionario ucraniano reconoce públicamente que Ucrania usó armas estadounidenses para disparar contra Rusia desde que el presidente Joe Biden levantó la prohibición de tales ataques para defender la región de Kharkiv, bajo constante asedio ruso. Durante meses, la prohibición se había mantenido como una “línea roja“ que la administración Biden no cruzaría debido a la preocupación por el aumento de las tensiones con una nación con armas nucleares.

El Ejército ucraniano no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Al conceder el permiso la semana pasada, Estados Unidos impuso limitaciones, al remarcar que las armas sólo podían utilizarse en territorio ruso cerca del nordeste de Ucrania y con fines defensivos. Chernev, en mensajes de texto, dijo que Ucrania destruyó sistemas de misiles S-300 y S-400, sin especificar cuántos. Rusia ha utilizado estos sistemas, diseñados inicialmente para derribar aviones, para bombardear la ciudad ucraniana de Kharkiv, situada a sólo 70 kilómetros de Belgorod.

El Himars que usó Ucrania es un sistema de cohetes de largo alcance de fabricación estadounidense capaz de disparar desde más allá del alcance de la mayoría del armamento no occidental de Ucrania.

El relato de Chernev sobre el ataque no pudo ser confirmado de forma independiente. Pero el lunes aparecieron videos de las secuelas del ataque contra los sistemas S-300 y S-400. Las imágenes por satélite y las publicaciones en las redes sociales sugieren que se produjeron múltiples ataques en territorio ruso durante el fin de semana.

Chernev, antiguo miembro del Ejército ucraniano, es también el jefe de la delegación de Ucrania en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, un papel que le llevó a participar en discusiones con socios occidentales sobre el suministro y uso de armas occidentales.

Reportedly, a Russian S-300/400 (?) system component destroyed by Ukraine in Russia’s Belgorod Oblast.

Gone are the two years of the “Ukraine can’t defend itself because WWIII” absurdity.

That avalanche of shameless lies from Kremlin appeasers and brainless surrender cultists… pic.twitter.com/K22hUHwD3N

Un video de un canal ruso de Telegram mostraba material militar ruso en llamas y humo gris tras un ataque el domingo. El video, que fue verificado por The New York Times, fue grabado en las afueras de Belgorod, y las imágenes de satélite captadas en este lugar por Planet Labs muestran humo saliendo de lo que parecen ser vehículos destruidos. Al menos uno de los lanzadores se encontraba en una posición elevada en el momento del ataque.

Rob Lee, investigador principal del Foreign Policy Research Institute y experto en el Ejército ruso y la guerra moderna, dijo que el alcance y la precisión del ataque contra los sistemas de lanzamiento de misiles sugerían que el arma utilizada era estadounidense.

“Dado el alcance, el tipo de objetivo, la disponibilidad de municiones y el cambio en la política de la administración Biden”, escribió en un mensaje. “Creo que es probable que este ataque se haya llevado a cabo con Himars”.

Blogueros rusos, investigadores que analizan imágenes por satélite y filmaciones de los campos de batalla y el Ministerio de Defensa ruso informaron de múltiples casos de ataques dentro de Rusia con cohetes estadounidenses desde el jueves, cuando la administración Biden aprobó su uso.

El sábado, Evgeny Poddubny, corresponsal de guerra de la televisión estatal rusa, compartió fotos de lo que se presentaron como fragmentos de cohetes guiados estadounidenses encontrados en territorio ruso. No fue posible verificar de forma independiente cuándo o dónde se encontraron los fragmentos.

Los analistas militares habían estado pendientes de cuándo Ucrania utilizaría armas estadounidenses en territorio ruso, y cómo lo haría.

Durante semanas, Ucrania presionó enérgicamente a sus aliados occidentales para que le permitieran utilizar sus armas para atacar dentro de Rusia. El gobierno afirmaba que las tropas rusas se estaban concentrando en la frontera y preparaban ataques contra Ucrania con impunidad, y citó la urgencia de poder golpear aviones que lanzan las llamadas bombas planeadoras desde el interior del territorio ruso que se elevan a objetivos en Ucrania, así como golpear bases militares, puntos de mando y depósitos de municiones en Rusia.

“Aprovechamos cada reunión y cada día para dar más posibilidades a nuestros guerreros”, escribió el martes en Telegram el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky. “Estoy agradecido a todos los socios que están ayudando de la manera que necesitamos y a tiempo”, añadió.

Los analistas militares afirman que la nueva capacidad de los ucranianos para golpear en Rusia ayudará a frenar los ataques de Moscú al otro lado de la frontera.

“Ahora podemos golpear a las tropas rusas en fase de formación, lo que reduce la probabilidad de que preparen nuevas ofensivas” en otros puntos de la frontera, dijo Mykhailo Samus, director del Centro de Estudios sobre el Ejército, la Conversión y el Desarme, una organización de investigación militar de Kiev.

Rusia advirtió repetidamente a los aliados occidentales de Ucrania de que permitir ataques dentro de Rusia acarrearía graves consecuencias. “Nos gustaría advertir a los funcionarios estadounidenses contra los errores de cálculo que pueden tener consecuencias fatales”, dijo el lunes el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, según la agencia de noticias Interfax. “Por algunas razones poco claras, subestiman la gravedad de la respuesta que pueden obtener”.

Rusia no especificó cuáles serían esas consecuencias, aunque su presidente, Vladimir Putin, lanzó la semana pasada una amenaza velada contra los pequeños países europeos, al señalar que están “muy densamente poblados”.

La confirmación de Chernev de que se habían utilizado armas estadounidenses para atacar dentro de Rusia es la única que Ucrania ha dado hasta ahora, quizá por temor a echar más leña al fuego de la propaganda rusa y avivar más la belicosidad de Rusia. Ucrania también se está preparando para una iniciativa diplomática de paz en Suiza este mes para presentar su plan de resolución de la guerra.

La información también fue publicada en la cuenta de Facebook de la viceministra ucraniana de Reintegración de los territorios ocupados, Irina Vershchuk, que no especificó el tipo de armamento utilizado en el ataque, sino que habló genéricamente de armas occidentales.

El vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, afirmó que Estados Unidos no reconsiderará en las próximas semanas su política de prohibir ataques más profundos en Rusia. La administración también prohibió a Ucrania disparar un cohete de mayor alcance y potencia, el Atacms, contra Rusia. Las autoridades ucranianas están presionando para que se amplíen los permisos para disparar contra Rusia.

“Todas las tropas rusas en la región fronteriza deben ser destruidas, para no permitirles atravesar” la frontera, dijo Samus, que señaló que la divulgación pública de cómo se utilizan exactamente las armas es poco probable. “Hay posiciones oficiales de Ucrania y de Estados Unidos. Todo lo demás es la niebla de la guerra”, culminó.

Maria Varenikova, Constant Méheut y Aric Toler

The New York Times