MOSCÚ.- Rusia afirmó haber frustrado hoy un “masivo” ataque ucraniano al derribar 158 drones que sobrevolaron 15 regiones de su territorio, incluida Moscú, y que los restos de los drones habían provocado incendios en la refinería de petróleo de Moscú y en la central eléctrica de Konakovo, en la vecina región de Tver.

Kiev lanzó uno de los mayores ataques con drones contra Rusia desde que comenzó la guerra a gran escala, atacando centrales eléctricas y una refinería de petróleo durante la noche, mientras las fuerzas de Moscú seguían avanzando hacia una ciudad clave del este de Ucrania, informaron fuentes oficiales.

Las autoridades rusas informaron también que el incendio provocado por la caída de “un dron derribado” en la refinería de petróleo de Kapotnia, en el sureste de Moscú, está “bajo control”. Un responsable local de la región de Moscú afirmó a su vez que tres drones intentaron atacar la central eléctrica de carbón de Kashira, sin causar “ni víctimas ni daños”. Drones ucranianos atacaron el miércoles pasado dos depósitos de combustible en Rusia, uno en la región suroccidental de Rostov y otro en la de Kirov, en el norte.

Ucrania explica periódicamente que estos intentos de ataques en suelo ruso contra objetivos militares o sitios que ayudan a las fuerzas rusas tienen como objetivo perturbar la logística del ejército de Moscú, en represalia por los ataques diarios contra sus ciudades y su población desde que empezó la ofensiva en febrero de 2022.

Los rusos llevaron a cabo alrededor de 10 ataques en Kharkiv, hiriendo a más de 40 personas, incluidos médicos que se apresuraron a ayudar. Así lo informó el jefe de la región de Kharkov, Oleg Sinegubov. Entre las infraestructuras dañadas se encuentran un centro comercial, una instalación deportiva y edificios residenciales. Esto llevó al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a renovar sus llamamientos a los aliados para que permitan a Kiev disparar misiles suministrados por Occidente más profundamente en territorio enemigo y reducir la amenaza de ataque.

Russia has once again brutally attacked Kharkiv today. As of now, there are nearly fifty injured. Rescuers continue to clear the debris, with reports of people trapped underneath. Ordinary civilian targets—shopping center, sports palace, urban areas.

Every such strike on Kharkiv… pic.twitter.com/dIE4rTbgYM

— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) September 1, 2024

“Todas las fuerzas necesarias para la operación de rescate han sido traídas”, dijo Zelensky en su canal de Telegram, en respuesta al ataque de Kharkiv “Y todas las fuerzas necesarias del mundo deben intervenir para detener este terror. Esto no requiere fuerzas extraordinarias, sino suficiente coraje por parte de los líderes: coraje para dar a Ucrania lo que necesita para defenderse”. En Kharkov, socorristas y voluntarios trasladaron a civiles heridos a ambulancias después de que los misiles alcanzaran el centro comercial y un salón de actos. Había cristales rotos y escombros esparcidos por el suelo, y la gente huyó a una estación de metro en busca de seguridad.

Los combates se producen en un momento crítico del conflicto, que dura ya dos años y medio, en el que Rusia está llevando a cabo una ofensiva en el este de Ucrania al tiempo que intenta expulsar a las fuerzas ucranianas que rompieron su frontera occidental en una incursión sorpresa el 6 de agosto.

Aumento de la tensión

La semana pasada, Rusia bombardeó Ucrania con sus ataques aéreos más intensos de la guerra, que afectaron a instalaciones energéticas, como parte de una campaña de bombardeos con aviones no tripulados y misiles que han matado a miles de civiles y soldados desde que comenzó el conflicto en febrero de 2022.

Ucrania, con una industria nacional de aviones no tripulados en rápida expansión, ha intensificado sus propios ataques contra las infraestructuras energéticas, militares y de transporte rusas. También está presionando a Estados Unidos y a otros aliados para que le permitan utilizar armas más potentes suministradas por Occidente para infligir mayores daños dentro de Rusia y mermar la capacidad de Moscú para atacar a Ucrania.

Zelensky declaró que sólo la semana pasada Rusia había utilizado 160 misiles, 780 bombas aéreas guiadas y 400 aviones no tripulados de ataque contra ciudades y tropas en toda Ucrania. Además, pidió en Telegram “una decisión sobre ataques de largo alcance contra bases de lanzamiento de misiles desde Rusia, la destrucción de la logística militar rusa, el derribo conjunto de misiles y drones”.

Los aliados de Kiev desconfían de la respuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, en caso de que sus armas se utilicen contra objetivos situados en territorio ruso. La agencia estatal de noticias rusa TASS citó al viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, diciendo que Moscú cambiaría su doctrina nuclear en respuesta a las acciones de Occidente respecto del conflicto en Ucrania. No especificó en qué consistirían los cambios.

Agencias Reuters y AFP