Tras dar a luz a su primera hija, Agustina Casanova abandonó la clínica junto a su esposo, Lautaro Mauro, y la pequeña Bianca
Luego de haber dado a luz a su primera hija, Bianca, Agustina Casanova abandonó el sanatorio Los Arcos, del barrio porteño de Palermo, a pura sonrisa, junto a la pequeña y su pareja, Lautaro Mau...
Luego de haber dado a luz a su primera hija, Bianca, Agustina Casanova abandonó el sanatorio Los Arcos, del barrio porteño de Palermo, a pura sonrisa, junto a la pequeña y su pareja, Lautaro Mauro.
Bianca nació el jueves 30 de mayo, y el anuncio fue realizado mediante un tierno posteo en las redes sociales. “Bienvenida, Bianca. Te amamos, hija. El amor de nuestras vidas”, escribió la periodista de Telefe y acompañó sus palabras con una postal de la recién nacida, luciendo un gorrito beige y la característica pulsera con su nombre. En otra de las fotos, también se la ve durmiendo en el regazo de su mamá.
Semanas antes de dar a luz, la columnista y conductora le contó a LA NACIÓN sobre su historia de amor de 18 años con Lautaro Mauro y de los cambios que se avecinaban. “Estoy tranquila, aunque también tengo incertidumbre porque no sé de qué va, con lo cual hay cierta inconsciencia linda. Yo seguí mi vida normal como si no estuviese embarazada hasta ahora, que me siento más pesada y todo me cuesta más, me desvelo. Engordé 15 kilos, aunque no se notan. Comí sano, pero me di mis gustos“, confesó.
“Con Lautaro llevamos 18 años juntos y 11 de casados. Atravesamos todo, lo lindo, lo malo, momentos inolvidables. Fue hablado. Cuando nos casamos estuvimos de acuerdo en que no queríamos un hijo en lo inmediato. Yo era chica y recién empezaba con mi carrera. Me acuerdo de que, como nos casamos por iglesia, tuvimos una charla previa y todos nos miraron raro cuando dijimos que no queríamos ser padres, por el momento”, explicó.
Casanova reveló que, como suele ocurrirle a las parejas que están juntas durante mucho tiempo, el entorno ejercía cierta presión para verlos convertidos en padres. “Claro que existía esa presión, pero no quería seguir esos mandatos. Fui madre cuando lo decidí, cuando lo sentí. Y no fui hipócrita. El deseo estaba en algún lugar, me gustaba pensar en vivir esa experiencia. Pero primero quería dedicarme a mi carrera y afianzarme. Hoy estoy más tranquila con esa licencia que me voy a tomar, no tengo la locura de otros momentos donde querés estar trabajando porque sentís que te estás perdiendo algo y otro va a ocupar tu lugar. Un día los dos nos miramos y dijimos: ‘es ahora’”, indicó.
Con respecto al momento en el que tomaron la determinación, la periodista indicó: “Lo decidimos, lo buscamos, pero quizá llegó antes de lo que imaginábamos. Estuvo bueno porque tampoco me hubiera gustado una búsqueda larga y ese miedo estaba. Bianca nos estaba esperando. Estamos felices de poder caminar este momento como pareja desde otro lugar. El cambio es rotundo, pero el hecho de que haya sido una decisión me marca todo. Yo quería esto y en el medio podés encontrarte con situaciones difíciles”.
Casanova también contó en aquella entrevista cómo fue que tomó la noticia el flamante padre: “Está muy ansioso y feliz. Me despierta orgullo y admiración porque lo imagino un gran papá. Me emociona saber que vamos a vivir esto juntos como pareja y vernos mutuamente desde otro lado. Después de tantos años juntos, la mirada cambia y de alguna manera volvemos a encontrarnos y a enamorarnos yo de él como padre y él de mí como madre”.
Con respecto a su largo romance, indicó que su marido fue su primer amor. “Empecé con él muy chica y supo acompañarme y apoyarme incondicionalmente. Sé que está siempre, y con su hija va a ser muy presente también. Nos conocimos en un boliche, en la costanera de Buenos Aires. Estaba con una amiga que lo conocía, se saludaron, nos presentaron y ahí quedó. Él me pidió el teléfono y después de mucha insistencia se lo terminé dando. Empezó a llamarme, nunca lo atendía o le cortaba, le pedía a mi amiga que atendiera, que le dijera que le di el teléfono para que me suelte esa noche, pero no quería que me llamara más (risas)”.
Sin embargo, el destino estaba escrito. “Pasó el tiempo y me lo volví a encontrar, y quizá yo también estaba en otro momento. Todo fue diferente, conversamos, empezamos a salir a comer una vez por semana hasta que un día… Me sorprendió porque nunca dije que era el amor de mi vida. Viví toda la relación pensando que mañana podía separarme. Y pasaron 18 años”, rememoró.
“Nunca nos separamos. Una pareja es trabajo, hay que estar, bancar en las malas y disfrutar en las buenas, remarla. Nos llevamos bien en la convivencia porque cada uno sabe respetar el espacio del otro, somos independientes, él tiene sus amigos, yo los míos y tenemos nuestros momentos solos. No estamos todo el tiempo juntos y eso me parece sano”, explicó.
Agustina también reveló cómo fue que decidieron el nombre de la beba: “No lo tuve ni que pensar. Desde siempre pensé en que si tenía una hija iba a llamarse Bianca. Y no lo tuve ni que negociar porque le gusta también a Lautaro. Cuando supe que estaba embarazada, presentí que era nena. De varón no teníamos nombres. Creo que la nena viene a desafiarme como mujer también. Voy a aprender muchas cosas con ella”.