Es la selva tropical más grande del mundo y uno de los ecosistemas más importantes para evitar el desastre climático. Desgraciadamente, es asimismo uno de los territorios más depredados del planeta. La deforestación de la Amazonia no solo es desenfrenada, sino también económicamente contraproducente. Según el Banco Mundial, el costo para Brasil es de 317.000 millones de dólares por año, siete veces más que las ganancias que obtienen las compañías que explotan sus recursos. De acuerdo con Global Forest Watch, se pierden más de un millón de hectáreas de selva amazónica por año; eso es 50 veces la Ciudad de Buenos Aires. Hasta ahora, al menos un 18% de la Amazonia ya es irrecuperable. En la foto, una vista aérea de incendios intencionales cerca de Porto Velho, cuyos habitantes no han visto la luz del sol en días, a causa del humo.