Se consolida una tendencia: fuerte mejora en el ánimo de los productores para invertir
En un contexto macroeconómico de mayor estabilidad del Gobierno, el 27% de los empresarios cree que es un buen momento para invertir frente a un 14% de marzo pasado. Por segundo mes consecutivo, e...
En un contexto macroeconómico de mayor estabilidad del Gobierno, el 27% de los empresarios cree que es un buen momento para invertir frente a un 14% de marzo pasado. Por segundo mes consecutivo, el índice de Confianza del Empresario Agropecuario (ICEA CREA) se encuentra en sus máximos valores desde 2017; ya en junio pasado tuvo un incremento.
El dato surge de la 15a. edición del Reporte de Actualidad Agro CREA que señala que, si bien el neteo de respuestas sobre el momento para invertir entre bueno (27%) y malo (37%) se mantiene en terreno negativo, “el registro de julio marca una mejora importante y se ubica en el mejor nivel desde julio 2022″.
“En el plano macroeconómico, el Gobierno encara una fase 2, con múltiples implicancias para el agro. En el plano monetario, el plan de congelar la base monetaria ampliada en $47,7 billones de abril 2024 deja un margen significativo para hacer política monetaria y no es comparable a ‘la emisión 0′ de 2019 que implicó una muy fuerte suba de las tasas de interés. El BCRA continúa con una posición ajustada en el mercado de cambios en un contexto global que se viene deteriorando, especialmente en lo referido al precio internacional de los granos”, describe el reporte.
En cuanto al negocio agrícola, la entidad destaca que, con muchas dudas sobre los planes de siembra de gruesa 24/25, debido a la problemática sanitaria asociada a la chicharrita (Dalbulus maidis), en la campaña 23/24, “los primeros relevamientos obtenidos de las Encuestas SEA CREA muestran una merma relevante de maíz, de un -23% en comparación del ciclo 23/24, aproximadamente unas 1,65 millones de hectáreas”.
“En este sentido, es crucial el monitoreo del vector, especialmente en las regiones del norte del país, para tomar la decisión de siembra, por lo que se sugiere hacer seguimiento de los informes de la Red de Monitoreo”, explica el documento.
“Está detenido”: un mapa revela el mal momento que se vive en una región agrícola
“En el mercado local, las cotizaciones de soja y maíz disponibles actualizadas a julio 2024, indica que los precios están en el nivel más bajo de los últimos años. Además, el productor argentino también está condicionado por el contexto local: el porcentaje del precio internacional que percibe el productor es 52% en soja y 65% en el cereal. Así, el nivel de precios como el contexto local (política cambiaria y tributaria) condicionan la competitividad del negocio agrícola”, añade.
En este sentido, CREA destaca que “la presión tributaria argentina no solo está dada por el impacto de los Derechos de Exportación (DEX), sino también por su burocracia y otras imposiciones”. En esa línea, dice que “el diferencial de alícuotas de IVA en las empresas CREA representa hoy en promedio un capital inmovilizado de $16.700/ha (equivalente a US$18/ha)”.
“Hacia adelante, las proyecciones iniciales para el ciclo 24/25 describen un escenario complejo: en maíz, en el 62% del área proyectada el precio de indiferencia está por encima del precio de mercado. Es decir, los precios actuales no alcanzan a cubrir los costos. Del mismo modo, girasol y sorgo presentan la mayoría de las zonas productoras con precios de indiferencia por encima del mercado. Por último, en soja, solo el 33% del área proyectada presenta un precio de indiferencia superior al del mercado”, expresa el documento.
En relación al negocio ganadero de carne bovina, el panorama aún no está claro. “Los indicadores del negocio muestran una menor faena acumulada en los primeros siete meses del 2024 (-9% interanual), aunque se mantiene por encima de los valores de años considerados de retención (+10% vs 2010 y +27% vs 2011). Más aún, las tasas de extracción de machos y hembras continúan en valores elevados respecto a esos momentos de retención”, asegura.
“La incertidumbre también se registra en los indicadores del negocio. Si bien la ocupación de los feedlots también se mantiene en valores elevados respecto a los históricos (+4,5% en junio 2024), la viabilidad económica del corral está disminuyendo progresivamente desde noviembre de 2023. Así la decisión de encerrar más animales, parece estar asociada con las expectativas económicas del país. En ese sentido, los empresarios CREA que esperan situaciones favorables para el próximo año, son también en su mayoría las que planean hacer un mayor uso de maíz en el próximo cuatrimestre”, agrega.
En cuanto al mercado interno, el informe recuerda que el consumo aparente de proteína animal se encuentra en 104 kg/hab/año (promedio a mayo de 2024), donde continúa bajando la participación de la carne bovina (44%) y creciendo en términos relativos la del cerdo y el pollo.
“Observando el mercado externo, los precios de los cortes con destino a China (75% de las exportaciones) se encuentran estancados desde mitad de 2023. Sin embargo, en la segunda mitad del año se podría esperar una mejora en los precios a partir de una mayor demanda estacional de carne para satisfacer las necesidades del Año Nuevo Lunar Chino”, pronostica CREA.
Por último, los menores precios de los granos, una inflación en retroceso y mejores condiciones climáticas, brindan un escenario positivo para el negocio lechero. No obstante, dice el reporte, el marco institucional presenta interrogantes para el futuro del negocio.
“La performance del sector exportador registra una tendencia positiva que puede verse con el saldo de la balanza comercial, donde el tipo de cambio (competitividad) y los precios internacionales (crecimiento en 2022) acompañaron. Sin embargo, en los últimos dos años, las fluctuaciones cambiarias afectaron negativamente el indicador. Por lo cual, la estabilidad futura dependerá de afrontar estos desafíos y mantener políticas favorables. En este sentido, el decreto N°697/24 mantiene las alícuotas de DEX en 0% sin necesidad de prórroga”, señalan en CREA.
“En el plano local, la situación hacia adelante presenta un combo preocupante: por un lado, y a pesar de haber signos de recuperación para el segundo semestre del año, las proyecciones de producción de leche son entre -4,7% a -6,6% versus 2023. Por otro lado, el consumo durante 2024 ha estado bajo presión debido a la inflación en general, y en particular del precio de los lácteos y una menor capacidad adquisitiva de los consumidores que generaron una caída de las ventas internas de -14,4% (enero-junio en comparación al mismo período 2023). De esta forma, fluctuaciones en los precios de la leche, el alimento y las condiciones climáticas de cara a la primavera, podrían poner en jaque al panorama de bonanza que atravesaron los lecheros durante el otoño/invierno”, finaliza el reporte.