SANTA FE.- Un niño de seis años es la octava víctima mortal del dengue en lo que va del año en la provincia de Santa Fe. En el país, según los últimos informes epidemiológicos, los muertos por la enfermedad ya suman 96.

“El menor fallecido presentaba un cuadro de sepsis con una infección abdominal y pese a residir en el distrito, el foco de contagio y la atención se realizó en otra jurisdicción”, sostuvo un informe del Ministerio de Salud provincial, manteniendo en reserva la identidad de la víctima y el centro de atención que le efectuó el tratamiento.

La estadística se complementa con datos que confirma una evolución implacable del dengue, con circulación en todo el territorio santafecino. Desde el comienzo del año, en la provincia, se detectaron 21.383 casos de dengue por laboratorio pero las propias autoridades estiman que la cifra podría ser considerablemente mayor teniendo en cuenta que muchas personas no denuncian su situación ni la de familiares, mientras realizan un tratamiento ambulatorio y, a veces, basado en la automedicación.

“Es crucial que la población entienda la gravedad de esta enfermedad. El dengue no debe ser subestimado. Aunque la mayoría de los casos son leves y los pacientes se recuperan, lamentamos la pérdida de ocho vidas en nuestra provincia en lo que va del año. El promedio de edad de los fallecidos es de 43 años, lo que refleja que no es exclusivo de poblaciones vulnerables. Todos debemos tomar medidas preventivas”, insistió la directora de Epidemiología de la provincia, Carolina Cudós.

La funcionaria advirtió que “el ciclo de vida del mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue, se ralentiza con el frío, pero no se detiene por completo. Los huevos depositados por las hembras pueden sobrevivir en recipientes con agua durante meses, y cuando las temperaturas aumentan nuevamente, eclosionan dando lugar a una nueva generación de mosquitos”, alertó.

Admitió así que durante el invierno, es probable que los mosquitos busquen refugio en lugares más cálidos, como el interior de las viviendas, lo que aumenta las posibilidades de picaduras dentro de los hogares. Además, la relajación en las medidas de prevención, como el descacharrado para eliminar recipientes con agua estancada, podría facilitar la proliferación de mosquitos dentro de las viviendas”.

Cudós instó a la “población a mantener las medidas de prevención durante todo el año, incluyendo la eliminación de recipientes con agua estancada, el uso de repelentes y mosquiteros, y la protección de los espacios interiores para evitar la entrada de mosquitos”.

“La gente cree que se contagió de dengue porque fue al río, a la laguna, y estaba llenó de mosquitos, pero ese no es el mosquito que transmite la enfermedad”, aclaró. Y agregó: “El mosquito del dengue frecuentemente está dentro de nuestras casas o en el patio porque necesita el agua limpia para criarse. Se trata de un vector que es chiquito y vuela bajo, por eso muchas veces no lo vemos y pasa desapercibido”.

Por último, indicó que “a pesar del cambio de estación, el riesgo de contagio de dengue persiste en la Argentina, y es fundamental que la población continúe con las medidas de prevención para combatir la proliferación de mosquitos”.

Según la Dirección Provincial de Epidemiología, los casos de dengue se registran en los 19 departamentos que conforman la división geopolítica de la provincia. El Departamento Rosario encabeza la lista con un alarmante 58,2% de los casos confirmados, seguido por la Capital con un 7,8%, Castellanos con un 5,4%, San Cristóbal con un 5%, Las Colonias con un 4,3% y San Lorenzo con un 4,1%. Estas cifras reflejan una distribución geográfica amplia del virus dentro de la provincia.

Los serotipos circulantes identificados hasta el momento son principalmente DEN 1 y DEN 2, con un caso aislado de DEN 3 en una persona con antecedentes de viaje a una provincia donde este serotipo está en circulación.