River se prepara para jugar con Defensa, pero en su cabeza ya empezó “el operativo milagro”, con la cabeza en Mineiro
Desde que Marcelo Gallardo regresó a River, el equipo no responde. O responde en mínimas proporciones, como en la goleada contra Atlético Tucumán, durante el primer tiempo del triunfo contra Bo...
Desde que Marcelo Gallardo regresó a River, el equipo no responde. O responde en mínimas proporciones, como en la goleada contra Atlético Tucumán, durante el primer tiempo del triunfo contra Boca en la Bombonera y en dos series de Copa Libertadores con lo justo y necesario.
Tiene poco, casi nada del antiguo espíritu del Muñeco en River, una suerte de continuidad de su último año en el Monumental y en el puñado de meses que dirigió en Arabia Saudita. Hace tiempo que River no es el River de Gallardo. No lo representa. Lo sabe el DT, responsable de la conceptualmente errática actuación en Belo Horizonte, en la derrota contra Atlético Mineiro por un definitivo 3 a 0, en la primera semifinal de la Copa Libertadores.
Con un plantel abrumado, sin respuestas individuales efectivas, con el mejor intérprete lesionado (Marcos Acuña) y una misión (casi) imposible, Gallardo apela al “operativo milagro”. A diferencia de otras temporadas, en las que sus decisiones estratégicas tenían efecto (y los resultados y rendimientos lo acompañaban), no tiene otro camino que el inflador anímico. Ya lo hizo, sobre todo públicamente, con aquello de “que la gente crea” o el más reciente “este equipo nunca te deja a gamba”. Ahora, el impulso es interno. Dos mensajes en uno.
El primero: el milagro es posible. Resultados históricos del pasado (el mismo Atlético Mineiro le ganó a Central por 4 a 0, perdió en Rosario por el mismo marcador y, luego cayó por penales, en la definición de una Copa Conmebol), señales imperceptibles que ofreció el partido (luego del 0-1, con el ingreso de Manu Lanzini, el equipo exhibió una tímida reacción). El segundo: la mística del Monumental. El escenario que suele meter miedo, la gente, el recuerdo del prolongado invicto con Martín Demichelis (el Muñeco no lo pudo replicar) y la certeza de que la finalísima se jugará en ese mismo estadio, más allá de algunas voces que lo pusieron en duda. Sobre todo, si River queda eliminado. Es aquí, es ahora.
“Debemos jugar un partido perfecto”, remarcó el entrenador. “Tendremos que resolver jugar un partido perfecto en todas las líneas e intentar dar vuelta el resultado. Nada es imposible, pero debemos jugar un partido perfecto”, insistió Gallardo días atrás. “Después de la desilusión y la bronca que hay que masticar para enfocarnos en lo que viene, debemos reflexionar del partido que no pudimos jugar y hacer todo lo contrario en la vuelta”, sintetizó el técnico.
Mientras analiza cómo resolver el misterio de “hacer todo lo contrario”, el equipo millonario se cita con Defensa y Justicia, este viernes, desde las 21, en Florencio Varela, por la Liga Profesional. Es un asterisco incómodo: va a jugar con suplentes, con la idea de reencontrarse con el triunfo y la necesidad de sumar puntos para la tabla de la Libertadores 2025. Lo que quieren todos. No tiene nada garantizado y lo acechan varios equipos.
El encuentro será en el pequeño estadio Norberto Tomaghello con el arbitraje de Nicolás Ramírez, que será secundado por Darío Herrera desde el VAR, y contará con la televisación de la señal deportiva TNT Sports.
📆 Fecha 19, Torneo LPF. #VamosRiver ⚪🔴⚪ pic.twitter.com/Hx1HrxWN1s
— River Plate (@RiverPlate) October 24, 2024River llega a este encuentro luego de empatar 1 a 1 ante el líder Vélez, más allá del golpazo en Belo Horizonte, en donde solo se destacó Facundo Colidio. Con el campeonato local descartado de la pelea y con el objetivo del trofeo internacional, habrá un equipo alternativo, para resguardar a los titulares e intentar dar el golpe el martes próximo, desde las 21.30, para revertir la serie.
Pity Martínez (toda una novedad, incluso una hipótesis copera), Jeremías Ledesma, Federico Gattoni, Nicolás Fonseca, Enzo Díaz (titulares en Belo Horizonte) y Manuel Lanzini, entre otros, tendrán la oportunidad de dar presente ante el Halcón, que arrastra un andar irregular en el certamen y viene de caer ante Racing 4-3 en un auténtico show de goles en Avellaneda. Aunque está un tanto relegado, el elenco de Varela aspira a ingresar a los puestos de copas internacionales.
“Lo damos vuelta”, el mensaje de los hinchas de River a los jugadores al aterrizar en Ezeiza. pic.twitter.com/ssaCkuIHwI
— Juan Patricio Balbi (@juanbalbi9) October 23, 2024Los hinchas respaldaron a los jugadores en su regreso, con gestos de profundo dolor. Derrotados, básicamente. Los próximos días serán esenciales para la recuperación anímica: lo futbolístico, aunque imprescindible, ahora está en un segundo plano.
Mientras avanza el plan resurrección, una clave para apuntalar ese optimismo es la recuperación de Marcos Acuña. El club millonario informó mediante sus redes sociales oficiales que el lateral con pasado en Sevilla había padecido una tendinitis en isquiotibial izquierdo. Más allá de la sorpresa que generó la inesperada baja, el campeón del mundo había estado en duda hasta las horas previas al viaje a Belo Horizonte. Sintió una contractura en esa misma zona durante el 0 a 0 con Platense, por la Liga Profesional. Los tiempos verdaderamente no dan. Sin embargo, la fe es lo último que se pierde.