Las denuncias contra el juez federal Ariel Lijo, propuesto por el Gobierno para la Corte Suprema, se tramitan con demoras en el Consejo de la Magistratura, donde el kirchnerismo viene pisando esos expedientes que no avanzan.

Quien denunció esa situación en el Consejo de la Magistratura es la consejera Jimena de la Torre, representante de los abogados y cercana a Pro. Cuatro denuncias contra Lijo están en manos del presidente de la Comisión de Disciplina, el kirchnerista Héctor Recalde, quien aún no las sorteó, según denunció De la Torre. Son una presentación del diputado del ARI Juan Manuel López, de agosto de 2023; una presentación de diciembre de ese año de Manuel Lozina; otra del 14 de marzo pasado de Pedro Amarillo Paye, y una del 10 de abril pasado, de Elisa Carrió.

La denuncia más vieja se relaciona con el expediente que investiga presuntas irregularidades en la obra social del Poder Judicial. La Coalición Cívica acusó al juez de haber beneficiado al juez de la Corte Ricardo Lorenzetti, enemigo de Elisa Carrió.

En la última reunión de la Comisión de Disciplina, De la Torre insistió con Recalde por este tema y el concejero respondió: “Coincido con Usted, vamos a revisar, pero quiero un informe por secretaría. Coincido con usted. ¿Qué pasa con esa demora?”.

De la Torre dijo en la sesión: “Desde la vocalía, hemos presentado dos notas en su momento para pedir que se pongan en el orden del día y se sortee el consejero instructor o se decida las desestimaciones in limine de varias denuncias que están en la órbita de la presidencia, viendo si corresponde su desestimación o sorteo”.

Y se quejó: “Llevan más de un año y lo cierto es que nos está corriendo un plazo”. La última vez se decidió postergar el tratamiento, pero no se volvió a poner el asunto en el orden del día para designar a un consejero que sea el instructor que investigue el caso, elabore un dictamen para acusar o archivar la denuncia y lo someta a la votación de sus colegas.

“Le pido si podemos revisar lo que está en la órbita de presidencia -le dijo De la Torre a Recalde- para que sean puestas en el próximo orden del día todas aquellas denuncias que están en el Consejo de la Magistratura, en la comisión de Disciplina, y se decida su desestimación o darle curso al expediente.”

E insistió: “No podemos tener paradas durante más de un año algunas denuncias cuando hay un plazo de tres años que está corriendo”. Si no se tratan en ese lapso, las denuncias deben desestimarse porque así lo dispone el reglamento del propio Consejo.

El silencio del kirchnerismo sobre las denuncias contra Lijo es interpretado en Pro como una protección que opera sobre el magistrado federal y un adelanto de la posición que va a tener el bloque liderado por Cristina Kirchner cuando le toque votar el pliego de Lijo en el Senado.

Por ahora y tras su audiencia pública de la semana pasada, el pliego de Lijo debe superar la votación de la Comisión de Acuerdos. Hace falta que lo voten nueve senadores y no alcanzan los votos de los integrantes de la Libertad Avanza.

En el Gobierno están dispuestos a hablar de ampliar la Corte Suprema de Justicia y negociar otras vacantes, incluso la del Procurador General de la Nación, siempre y cuando el kirchnerismo les de los votos en la Comisión de Acuerdos. Pero los senadores quieren un compromiso anterior a ese momento.

Para el Gobierno está vigente la idea de que el pliego de Lijo debe ir acompañado del de Manuel García-Mansilla, el decano de la facultad de Derecho de la Universidad Austral, que es el otro candidato que Javier Milei propuso para la Corte. Hoy superó la prueba de la audiencia pública y en el Ministerio de Justicia afirman que el plan sigue siendo que avancen “los dos pliegos o ninguno”.