La vicepresidenta Victoria Villarruel anunció que buscará la reapertura de todas las causas de víctimas del terrorismo, especialmente de Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) ocurridas en la década del 70. Aunque no especificó cómo realizará dicho pedido a la Justicia, sí enumeró aquellos casos que buscaba abrir, también mencionando los de víctimas cuyos familiares se encontraban el martes en el Senado durante el acto por el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo.

“Que estemos homenajeando a las víctimas del terrorismo parecía algo imposible en un país donde desde el Estado se ensalzaba, vanagloriaba y elevaban los crímenes atroces del terrorismo. Parecía utópico que hubiera resquicios de la luz de la verdad en la muralla de la oscuridad pestilente que construyó el kirchnerismo sobre la década más dolorosa de nuestra historia”, detalló en su discurso.

Luego se explayó sobre “los grupos terroristas que asesinaron, pusieron bombas, secuestraron, lastimaron y aterrorizaron” a los argentinos, a quienes “usaron de excusa para lograr la disolución nacional, la desunión entre los argentinos y tratar de que flameara un trapo rojo ajeno a nuestras costumbres y tradiciones y a lo que la patria argentina es y será”.

Allí especificó sobre dichos casos: “Obreros fueron asesinados en las fábricas como Villanueva; sindicalistas como Rucci, Magaldi y Alonso, que fueron asesinados por no ser de izquierda y no traicionar a su líder político; radicales como Mor Roig que fueron asesinados mientras almorzaban en un bodegón en plena democracia; niños como Juan Eduardo Barrios de tres años que murió de un tiro en el estómago por Montoneros; el capitán Viola de 31 años, asesinado con su hija de tres por los terroristas del ERP; Paula y Margarita, voladas por la bomba que los Montoneros pusieron en su edificio mientras dormían; católicos como Sacheri, judíos como Alpern; argentinos y extranjeros todos ellos olvidados en nombre de la memoria más delincuente que hayamos padecido”.

Villarruel habló de José Alonso, sindicalista de la Confederación General del Trabajo (CGT) asesinado por Montoneros en 1970. También mencionó a José Ignacio Rucci, líder de la CGT asesinado en 1973 por la misma organización. Siete meses después, el 4 de abril de 1974, ocurrió la muerte de Antonio Pedro Magaldi, secretario general de central obrera en San Nicolás. Nunca se supo si el atentado donde fue asesinado el gremialista, que había surgido de la industrial textil, fue del ERP o las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

Ese mismo año también asesinaron al político radical Arturo Mor Roig en la cantina Rincón de Italia, en San Justo. Cuatro hombres le dispararon a quemarropa para luego escapar en un automóvil rojo marca Fiat. Desde entonces, se desconoce quiénes fueron.

Otro caso mencionado por la vicepresidenta es el de Juan Eduardo Barrios, hijo de tres años de Isaac Barrios, que fue asesinado en 1977 por Montoneros mientras salía de un Banco Provincia con su madre en Lanús. Un grupo de la organización guerrillera disparó contra el policía que custodiaba el banco y, en los disparos indiscriminados, cayó el niño. Su padre, Isaac, murió en 2021 a causa del Covid.