A Román Escudero, de 24 años, le dispararon por la espalda para robarle la moto. Dos delincuentes lo balearon durante una persecución en Zufriategui y Guillermo Marconi, en Isidro Casanova, partido de La Matanza. Salió a las 5.30 rumbo a su trabajo. Nunca llegó. El balazo que le dispararon le afectó un riñón y el bazo. Actualmente, está internado en terapia intensiva y lucha por su vida. Después de balearlo, los delincuentes se llevaron su moto y lo abandonaron.

No se trató de un hecho aislado. El ataque contra Román forma parte de la sucesión de episodios de sangre ocurridos en la zona oeste del conurbano que tuvieron cómo móvil el robo de motos. Según el estudio realizado por la entidad que agrupa a las principales compañías de seguro del país, las denuncias por robos de motos pasaron de 24.131 hechos, en 2021; a 35.050, en 2022 y 42.333, en 2023, en la Argentina. De esas 42.333 denuncias, al menos 25.760 corresponden a motos que se robaron en territorio bonaerense.

Un día antes que balearan a Román, un efectivo de la Policía de la Ciudad, que regresaba a su casa, vestido de civil, mató a uno de los cuatro delincuentes que quisieron robarle la moto, en el cruce del Camino de Cintura y Alberti, en La Tablada, partido de La Matanza.

Hace ocho días, con doce horas de diferencia, en un radio de veinte cuadras, en Castelar, Brian Coria, oficial de la Policía de la Ciudad, y el médico Santiago Bos fueron baleados para robarles las motos. Al efectivo, que en el momento del ataque estaba franco de servicio, le dispararon un balazo en la nuca y lo mataron. Mientras que Bos sigue internado en la misma clínica en la que trabaja.

Coria fue uno de los 14 efectivos de la Policía de la Ciudad asesinados en los últimos cuatro años. Al menos 13 de los 14 homicidios de integrantes de la fuerza de seguridad porteña ocurrieron en el conurbano. A seis de esos 14 policías de la Ciudad asesinados los mataron, en los últimos 14 meses, en el Gran Buenos Aires.

Cerca de la escena del ataque contra Román, hace una semana, otro efectivo de la Policía de la Ciudad, que estaba de civil y se dirigía en su moto a tomar servicio, fue interceptado por tres delincuentes que descendieron de un Renault Kwid que había sido robado una hora antes a una mujer, en Laferrere.

El policía se identificó como integrante de la fuerza de seguridad porteña e impartió la voz de alto. Entonces, los delincuentes abrieron fuego. El efectivo mató a dos de los asaltantes que quisieron robarle la moto. Los cuerpos de los delincuentes quedaron en la esquina de Edison y Ushuaia, en Isidro Casanova.

Hace diez días, la policía bonaerense desbarató una banda integrada por delincuentes de entre 18 y 22 años, que se dedicaba a robarles las motos a los repartidores. Esos modelos de motos de baja cilindrada constituyen la mayor cantidad del parque de vehículos. También el universo con menor cantidad de unidades aseguradas, debido que el aumento en la cantidad de robos incrementó el precio de los seguros.

Ante la imposibilidad de hacer frente a los costos del seguro contra robo la mayoría de los repartidores decidió contratar la cobertura por responsabilidad civil, obligatoria para poder circular.

Esta situación quedó reflejada en las estadísticas que indican que, de 2.451.300 motos registradas en todo el país, los usuarios de 965.000 vehículos tienen contratada la prima por la cobertura contra robos, según el último estudio realizado por la entidad que agrupa a la mayoría de las compañías de seguros de la Argentina.

Rocío, una vecina que vive en la misma cuadra en la que fue atacado Román, salvó su vida. Enfermera de profesión, Rocío salió de su casa al escuchar los disparos y encontró al joven trabajador en la calle, desangrándose. Entonces, aplicó todos sus conocimientos para que Román no perdiera el conocimiento. Lo mantuvo despierto durante más de 45 minutos.

Los efectivos de la comisaría de Isidro Casanova habían llegado al lugar en respuesta al llamado al número de emergencias 911, pero tienen prohibido trasladar a heridos.

Hasta el momento, la policía no concretó las detenciones de ninguno de los asaltantes que balearon a Román. Tampoco hubo detenidos por el homicidio del oficial Coria ni por el asesinato de Hilda Cristina Tello, la madre de ocho hijos que mató uno de los dos delincuentes que disparó contra el colectivo de la línea 174 en el que viajaba porque el chofer intentó impedir de los ladrones le robaran el automóvil a un vecino de San Justo.ß