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Orgullosos de educar

El Colegio María de Guadalupe de General Pacheco, Tigre, se alzó con el World’s Best School Prize 2024 dentro de la categoría Colaboración con la comunidad. Promover las mejores prácticas de...

El Colegio María de Guadalupe de General Pacheco, Tigre, se alzó con el World’s Best School Prize 2024 dentro de la categoría Colaboración con la comunidad. Promover las mejores prácticas de escuelas de todo el mundo es el objetivo de estos premios impulsados por T4 Education en alianza con Accenture, American Express y la Fundación Lemann de Brasil. Es la primera escuela de nuestro país en alcanzar este galardón internacional, acompañado de 10.000 dólares, que el colegio destinará a la compra de computadoras.

Ubicado en una zona de alta vulnerabilidad social, donde el 73% de los jefes de familia no completaron el nivel secundario, el colegio nació a partir del apoyo escolar que María Paz Mendizábal brindaba en un barrio que, por entonces, era un basural. Junto con Roberto Souviron, en 2012, comenzaron con los tres primeros grados de primaria y cuatro años más tarde inauguraron el secundario; en 2019 egresaría la primera camada, y en 2023 sumarían el jardín de infantes.

Hoy, unos 115 docentes y profesionales acompañan a 700 estudiantes que asisten a jornada completa desde el primer grado, con un modelo innovador e inclusivo.

Los estudiantes secundarios egresan como bachilleres con especializaciones en administración, medio ambiente, programación o producción audiovisual.

El reconocimiento internacional fue para los programas de orientación vocacional, mentoría e inclusión laboral dirigidos a jóvenes de hasta 25 años que hayan terminado el secundario. Con el apoyo y la articulación virtuosa entre empresas, universidades, ONG, voluntarios y familias se busca contribuir al desarrollo de habilidades que faciliten la posterior inserción laboral.

Este modelo persigue el empoderamiento de estudiantes provenientes de contextos vulnerables y alcanza un alto nivel de compromiso comunitario en la construcción de puentes entre la escuela, la vida laboral y el acceso a universidades.

El impacto de los referidos programas sobre un segmento de la sociedad que preocupa como el de los llamados “ni-ni” –jóvenes que no estudian ni trabajan– viene mostrando sus beneficios, ya que redujo ese porcentaje del 21% al 13%.

Cuando la educación logra dar respuesta a los retos que plantea el presente, el futuro se ilumina y la voz de los que hacen se amplifica para contagiar e inspirar a otros. Ese es sin duda el más valioso de los premios.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/orgullosos-de-educar-nid29102024/

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