Uno de los países más reconocidos por su fauna y flora es Australia, puesto que tiene diversas islas y playas hermosas donde los habitantes suelen surfear con gran frecuencia. Además, puede encontrarse con una gran variedad de animales silvestres como los canguros y los koalas.

En la localidad de Jimboomba, ubicada en el estado australiano Queensland, una familia se llevó un gran susto al encontrar una serpiente venenosa dentro de su casa, pero lo que más les preocupó es que dicho animal se encontraba en la habitación de uno de sus hijos, según lo citado por el sitio Unilad.

El reptil de color negro se encontraba sobre la cama de uno de los menores de edad y logró camuflarse entre los osos peluche que se encontraban allí. Por tal motivo, los padres llamaron a una empresa experta para que les ayudaran a sacarlo del cuarto.

Así fue como lograron sacar a la serpiente

De acuerdo con las imágenes compartidas en Facebook por la compañía Snake Catchers Brisbane & Gold Coast, el profesional encargado de evacuar la serpiente tomó una varilla especial que tenía una forma curvada en la punta y comenzó a mover al animal.

Así fue como lograron sacar a la serpiente

Poco a poco, la fue acercando a la orilla de la cama de la menor de edad y con su mano la llevó hasta el piso para tratar de controlar sus movimientos y así evitar que mordiera a alguna de las personas presentes.

Luego, la guio hacia un tipo de trampa de tela para que el reptil ingresara por su propia cuenta. Cuando entró, el trabajador de la empresa contratada tomó la parte superior del artefacto y la levantó con el fin de que la serpiente llegara hasta el fondo.

En la descripción de la publicación de Snake Catchers Brisbane & Gold Coast se explicó que esta no era una especie cualquiera y que pudo ser mortal para alguna de las personas que se encontraban en la casa, puesto que era una “serpiente negra altamente venenosa de vientre rojo”.

En los comentarios, un hombre les preguntó si tenían alguna idea de cómo pudo ingresar el reptil hacia la habitación, a lo que le respondieron: “Entró por una puerta que fue dejada abierta”. Otros, además, se tomaron con un poco de humor lo ocurrido y comentaron: “Tenía frío y se acurrucó en la cama”; “Yo tendría que mudarme de casa”; “Qué suerte que se haya encontrado”; “No me voy a mudar a Jimboomba”; “Nunca volveré a dormir” y “Buen trabajo detectando eso”.